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Javier Corral, ex gobernador de Chihuahua, fue sorprendido por agentes ministeriales mientras cenaba en un restaurante de la Colonia Roma Norte, en la Ciudad de México. Los agentes intentaron detenerlo bajo una orden de aprehensión emitida por la Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua, acusándolo de peculado en el caso 3050/2024.
Las autoridades de Chihuahua habían solicitado desde el 9 de agosto la colaboración de la Fiscalía de la Ciudad de México para ejecutar la detención. Sin embargo, cuando los agentes trataron de proceder, Corral realizó unas llamadas telefónicas. Pronto, Ulises Lara, encargado de la Fiscalía capitalina, llegó al lugar para intervenir.
Lara declaró que decidieron no colaborar en la detención, argumentando que el oficio de colaboración había sido recibido apenas ese día, y que aún no se había respondido. Con estas palabras, Lara justificó su decisión de sacar a Corral del restaurante y escoltarlo hasta una camioneta.
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Esta intervención generó polémica, pues una fuente del Gobierno de Chihuahua señaló que Lara podría estar incurriendo en un delito al no ejecutar la orden de aprehensión. Corral, quien dejó su cargo en 2021, ha enfrentado recientes acusaciones de enriquecimiento ilícito y defraudación fiscal.
En un comunicado posterior, Lara aclaró que su intervención no fue un rescate, sino una medida para asegurar que la detención cumpliera con todas las formalidades legales. Afirmó que cualquier aprehensión sin cumplir los procedimientos esenciales podría considerarse ilegal, lo que podría derivar en consecuencias penales para los agentes involucrados.
El ex panista, que recientemente se distanció de su partido y colaboró en la campaña de Claudia Sheinbaum, ahora está en la mira de las autoridades, pero logró evitar la detención gracias a la intervención de la Fiscalía capitalina.
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Corral había llegado al restaurante acompañado de una mujer y otro hombre, disfrutando tranquilamente de la noche hasta que los agentes irrumpieron en el lugar. A pesar del intento de detención, la situación se resolvió sin mayores incidentes, aunque generó gran atención de los medios y curiosos que se congregaron en las afueras del restaurante.
La situación plantea interrogantes sobre la colaboración entre las fiscalías y la capacidad de las autoridades locales para ejecutar órdenes judiciales, especialmente cuando involucran a figuras políticas de alto perfil.
Javier