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En la administración de Claudia Sheinbaum, el SAT tendrá un rol clave en las finanzas públicas. Por ello, Sheinbaum considera seriamente la posibilidad de que Raquel Buenrostro vuelva a dirigir esta institución. No obstante, el entorno financiero actual podría complicar esta propuesta.
Sheinbaum ha declarado que no implementará una nueva reforma fiscal. En su lugar, planea continuar con la estrategia del gobierno actual: aumentar la recaudación tributaria y modernizar las aduanas, manteniendo la responsabilidad fiscal.
Dentro de este plan, Claudia Sheinbaum considera que la actual secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, podría retomar su puesto en el SAT. Durante su gestión anterior, Buenrostro se destacó como una de las funcionarias más efectivas al cobrar impuestos a los magnates del país, una tarea que aún tiene potencial para ser optimizada.
Sin embargo, las relaciones entre Buenrostro y los empresarios no fueron las mejores. Por lo tanto, su posible designación podría enfrentar una fuerte oposición, creando un dilema para Sheinbaum.
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Además, el anuncio de tal magnitud podría afectar aún más un mercado ya incierto, que ha mostrado inestabilidad con la depreciación del peso y la Bolsa Mexicana de Valores tras las elecciones. Aunque el gobierno intentó tranquilizar al mercado al confirmar que Rogelio Ramírez de la O continuará liderando la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) indefinidamente, esto no ha sido suficiente. Los inversores esperan señales claras sobre las reformas a discutir, especialmente con Morena y sus aliados dominando el Congreso.
En este contexto, hay temores de que propuestas como la reforma al Poder Judicial puedan dañar el marco institucional y afectar la inversión. “Se necesitan señales de un marco regulatorio claro para las inversiones”, coinciden los analistas.
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En medio de este complicado panorama, Rosalinda López Hernández, quien recientemente falleció, había mostrado interés en asumir la dirección del SAT. Cabe recordar que en marzo renunció a su cargo como Administradora General de Auditoría fiscal Federal del SAT para buscar una senaduría. Era una de las funcionarias más cercanas a López Obrador, al igual que su hermano Adán Augusto López.
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