Nacional
Noticias
Política Gurú
Crudo
Las refinerías de Texas y Luisiana están rechazando envíos de petróleo mexicano debido a su alto contenido de agua, lo que afecta su rentabilidad y producción de combustibles.
Ante esta problemática, han optado por adquirir crudo de Canadá y Colombia, aunque esto implique mayores costos. Empresas del sector aseguran que el crudo Maya llega con hasta un 6 % de agua, excediendo en seis veces el límite permitido.
Este exceso impacta las operaciones, ya que cada cargamento de 500,000 barriles contiene aproximadamente 30,000 barriles de agua, lo que equivale a una pérdida cercana a 2 millones de dólares.
Te puede interesar: RI20250212
La situación ha generado preocupación en EE. UU., donde México es el segundo mayor proveedor de crudo, solo detrás de Canadá. Las refinerías estadounidenses han solicitado descuentos para compensar las pérdidas por el exceso de agua.
El problema no solo afecta a las refinerías en el extranjero. En México, la refinería Dos Bocas tuvo que cerrar temporalmente en diciembre debido a la baja calidad del crudo, lo que evidencia una crisis interna en Pemex.
Impacto Ambiental y Desafíos para Pemex
El exceso de agua en el petróleo también supone un reto ambiental. Cuando se extrae crudo, este viene mezclado con agua producida, sales y otros contaminantes. Su eliminación es clave para cumplir normativas ambientales y evitar daños en tuberías o equipos de refinación.
Para manejar este problema, la industria suele recurrir a la reinyección en pozos profundos o al tratamiento del agua para su reutilización en yacimientos petroleros. Sin embargo, estos procesos elevan los costos operativos y ralentizan la producción.
Campos petroleros agotados: Una crisis anunciada
El envejecimiento de los campos petroleros mexicanos ha obligado a inyectar más agua para mantener la presión y extraer hidrocarburos. Sin embargo, esta estrategia ha incrementado la presencia de agua en el crudo, afectando su calidad.
Síguenos en X (antes Twitter) para mantenerte siempre informado
Expertos advierten que la Sonda de Campeche, una de las principales zonas de producción, está produciendo más agua que petróleo. Además, el crudo que se exporta no pasa por un proceso adecuado de decantación, lo que agrava el problema.
Algunas terminales de almacenamiento, como Cayo Arcas o el buque Yúum K’ak’náab, no cuentan con la infraestructura para separar el agua del petróleo antes de su exportación. Esto genera mayores rechazos y afecta la competitividad del crudo mexicano en el mercado internacional.
Crudo