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Carlos Hank González, líder de Grupo Banorte, ha estado compartiendo preocupaciones económicas en privado. Mientras tanto, los informes a la Bolsa Mexicana de Valores no muestran anuncios de inversiones por parte de las empresas, inquietas por el Plan C. Sin embargo, el poder económico del país busca, a veces con desesperación, acceso a la futura presidente, Claudia Sheinbaum.
Esta búsqueda de acceso está marcada por una competencia silenciosa entre Paco Cervantes, jefe del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), y Altagracia Gómez, futura jefa de enlace empresarial de Sheinbaum. Los empresarios que se comunican con Cervantes no interactúan con Altagracia, y viceversa.
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Paralelamente, Cervantes considera la posibilidad de extender su mandato en el CCE. Este trámite debería ocurrir en los primeros meses de 2025, pero necesitaría una unanimidad que parece difícil de conseguir. Juan Cortina, del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), y José Medina Mora, de Coparmex, también desean la presidencia del CCE y no apoyarían a Cervantes, quien cuenta con el respaldo de los magnates de Nuevo León.
Cortina tiene una postura más agresiva hacia la Cuarta Transformación (4T) que Medina Mora. Si Cervantes no logra reelegirse, podría inclinarse por Medina Mora como su sucesor.
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Cervantes enfrenta una situación interesante: algunos líderes de la industria lo consideran demasiado moderado frente al Gobierno. Sin embargo, es a Cervantes a quien recurren cuando enfrentan turbulencias o necesitan una interlocución de alto nivel.
Aún circulan especulaciones sobre si Cervantes obtendrá un cargo en el próximo gobierno. Sheinbaum habría insinuado la posibilidad en un encuentro privado, pero el ofrecimiento no se concretó.
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