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El 18 de junio de 2023, me encontré con Carlos Salinas de Gortari en Madrid, España. Estaba en un pequeño restaurante, NiMú, en la zona de Recoletos, invitado por un amigo para tomar café. Al llegar, vi al expresidente de México con su hijo Emiliano Salinas conversando. A pesar de estar en una zona frecuentada por mexicanos, pasaron desapercibidos.
Mi visita a Madrid fue para asistir a eventos organizados por cámaras empresariales de México y España y entrevistar a Enrique Peña Nieto para mi libro «Confesiones desde el exilio: EPN» (Editorial Planeta, 2024).
Al entrar a la cafetería, los saludé y me invitaron a sentarme. Hablamos durante cinco minutos sobre temas económicos de México, como la venta de Banamex y los empresarios interesados en adquirirlo. Salinas de Gortari me preguntó quién creía yo que se quedaría con los activos del banco, cuyo proceso se complicó con la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador. Comentamos algunos otros asuntos sin mucha relevancia, y luego de unos minutos, Salinas de Gortari se levantó y se fue, dejándome con ganas de hacerle más preguntas.
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Más tarde, ese mismo día, me lo encontré nuevamente saliendo de un restaurante con su hija Cecilia y su esposo Alfredo Gatica. Me invitó a acompañarlo a una librería cercana. Caminamos unas cuadras, entramos a la tienda, y después de mirar algunos libros, compró uno sobre populismo y se retiró.
Actualmente, Carlos Salinas vive entre Madrid y Londres. Según sus allegados, pasa más tiempo en Madrid, donde tiene nacionalidad y viven dos de sus hijos. El ministro de Relaciones Exteriores español, José Manuel Albares, declaró en 2022 que la concesión de permisos de residencia a los expresidentes mexicanos Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y la nacionalidad a Carlos Salinas de Gortari fue administrativa y no política.
Tres de los expresidentes más polémicos de México residen en Madrid: Calderón, cerca del hotel Wellington, y Peña Nieto, en las afueras de la ciudad. Aunque se han encontrado casualmente, no se llevan, no se hablan ni se reúnen.
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La historia de Salinas de Gortari ganó relevancia por una fotografía que circuló en redes sociales durante el cumpleaños del empresario mexicano Juan Pérez Simón. La imagen muestra a Salinas junto al embajador de México en España, Quirino Ordaz, con quien tiene una amistad de años. Salinas de Gortari suele evitar las cámaras, pero las fotos son implacables, como la que le tomaron a Peña Nieto en una tienda de Madrid comprando ropa.
En mi libro, «Confesiones desde el exilio: EPN», Peña Nieto habla sobre su relación con los expresidentes mexicanos que viven en España. Menciona que veía a Salinas dos veces al año, una de ellas en Navidad, pero su relación era más institucional que personal. Sobre Felipe Calderón, su predecesor, fue menos amable: «No soy calderonista. No me llevo mal, pero tampoco bien». Calderón es más hosco que los demás expresidentes.
Fuente El Universal / Mario Maldonado
