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La segunda jornada de pruebas de Ferrari en Montmeló sufrió un revés tras un accidente de Lewis Hamilton. A las 11:00 a. m., el británico perdió el control del SF-23 en la curva 12, impactando contra las barreras y causando daños en la suspensión y la aerodinámica del monoplaza.
Aunque Hamilton salió ileso, el percance provocó retrasos en el programa de pruebas. Charles Leclerc debía subirse al coche tras el almuerzo, pero las reparaciones tomaron varias horas, afectando su tiempo en pista.
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El equipo técnico, liderado por Jerome D’Ambrosio, analiza la telemetría para determinar la causa del incidente. Mientras tanto, Ferrari mantendrá su planificación original. Mañana, Antonio Giovinazzi y Dino Beganovic tomarán el relevo en los test.
El sueco Beganovic, parte de la Driver Academy de Ferrari, debutará al volante de un Fórmula 1 en un test oficial. Su objetivo es completar al menos 65 vueltas, requisito para obtener la superlicencia de la FIA.
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A pesar del contratiempo, Ferrari evalúa la posibilidad de extender su tiempo en pista en Montmeló. Las nuevas regulaciones de la FIA limitan las pruebas con autos anteriores a un máximo de 1,000 km anuales, lo que podría condicionar futuras sesiones.
Con la jornada perdida, el equipo deberá optimizar al máximo las sesiones restantes para recuperar el tiempo y los datos no obtenidos hoy.
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