Deportes
Política Gurú
Noticias
La Selección Mexicana de Fútbol enfrenta un estado crítico que no se debe solo a la reciente derrota contra Venezuela en la Copa América, sino a años de mediocridad. Los cambios en técnicos, directivos y jugadores no han mejorado la situación. Los dirigentes, en su mayoría ineptos, eligen entrenadores manipulables que no priorizan el aspecto deportivo.
Técnicos como Diego Cocca y Jaime Lozano son ejemplos de malas decisiones tomadas por dirigentes que controlan el fútbol mexicano. Cocca fue impuesto por Alejandro Irarragorri en un breve periodo de poder, mientras que Lozano fue elegido por Juan Carlos Rodríguez, un exdirectivo de televisión que valoró más las relaciones personales que la experiencia.
Te puede interesar: Nuevos Miembros del Gabinete Presentados en el MIDE
El estado de emergencia de la selección alcanzó su punto crítico tras el fracaso en el Mundial de Qatar 2022. Sin embargo, 19 meses después, se siguen empleando las mismas estrategias fallidas. Se copian medidas de otras ligas, como la Premier League, sin considerar las diferencias contextuales, y se imponen reglas absurdas que no benefician al fútbol mexicano.
Los cambios necesarios, como la reducción de extranjeros, la eliminación de la multipropiedad y el regreso del ascenso y descenso, no están en la agenda porque el negocio es la prioridad. Los dirigentes se engañan y luego se sorprenden por los malos resultados.
Los futbolistas también tienen responsabilidad, pero son víctimas de un sistema que limita su progreso. Edson Álvarez es el único mexicano en una liga de élite mundial, un caso raro. Jugadores como Uriel Antuna y Jorge Sánchez, que no tendrían lugar en selecciones de mayor nivel, reflejan la mediocridad del sistema.
Síguenos en X (antes Twitter) para mantenerte siempre informado
La reciente derrota contra Venezuela, un equipo de segundo nivel en América, muestra el estado actual de la selección. México celebra no ser goleado por Brasil y se conforma con victorias mínimas contra equipos menores. La situación es caótica y un entrenador capacitado es necesario para cambiar el rumbo.
Dirigentes ignoran a Guillermo Almada, un entrenador con el perfil adecuado, y se preocupan más por las redes sociales que por el fútbol. La derrota contra Venezuela es solo un síntoma de problemas más profundos y el futuro parece sombrío con la posibilidad de quedar fuera de la Copa América en las primeras rondas o enfrentar a Argentina en cuartos de final.
Selección