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Max Verstappen y Lando Norris chocaron en el Gran Premio de Austria, costándoles la victoria a ambos. Aunque los comisarios penalizaron al tricampeón de F1 con 10 segundos, la pregunta persiste: ¿quién tuvo la culpa?
Para entender lo que ocurrió en el Circuito de Spielberg, es necesario repasar los eventos de esta undécima fecha del campeonato 2024 de la Fórmula 1.
Parecía que no habría duelo en la pista entre Max y Lando, ya que Verstappen dominaba con seis segundos y medio de ventaja cuando casi tres cuartas partes de la carrera se habían completado. Pero, el equipo más efectivo y rápido de la F1 en pits cometió un error. La llanta trasera izquierda se atoró y el neerlandés tuvo que esperar 6.5 segundos en el garage. Una eternidad.
La parada desafortunada en la vuelta 51 puso a Norris justo detrás del alerón de Verstappen. El inglés de McLaren atacó desde la vuelta 55, pero el Red Bull de Verstappen cambió de dirección en la frenada previa a la curva 3, en una maniobra claramente antirreglamentaria. Ahí comenzó a surgir el Verstappen que no sabe perder, que está acostumbrado a empujar y nunca ser castigado.
Max se salió con la suya, porque los árbitros no hicieron caso a los reclamos de Lando. En la vuelta 59, Norris intentó una frenada tardía por dentro, pero se pasó. Era un aviso.
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En teoría, Norris estaba a una infracción de ‘límites de pista’ de ser penalizado, pero los stewards tomaron nota y, después de la carrera, decidirían si habría sanción.
La vuelta 64 será recordada porque en la curva 3, la rivalidad entre Verstappen y Norris llegó a ‘las manos’. Se tocaron y les costó caro.
En los hechos, Verstappen iba por el centro de la pista hacia la curva, mientras que Norris tomó la parte externa intentando adelantar.
Pasado el punto de 100 metros de la frenada, Verstappen no dio espacio a Norris, trazando la curva como si no tuviera un auto con DRS detrás. Hubo contacto lateral, común en la F1, pero esta vez las consecuencias fueron inmediatas: ambos autos salieron con pinchaduras.
El Red Bull ya no tenía el agarre del inicio de la carrera, mientras que el MCL38 estaba en su mejor momento. Norris era más rápido, pero no lograba pasar a Max.
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Norris abandonó y a Verstappen le dieron 10 segundos de castigo, sin consecuencias ya que estaba a 16 segundos de Nico Hulkenberg.
Andrea Stella, team principal de McLaren, dijo que las acciones de Verstappen son consecuencia de no haberlo sancionado en el pasado. Tachó el incidente de innecesario y comprometedor para la reputación de Verstappen.
Stella fue más allá, sugiriendo que no se trata del estilo agresivo de Verstappen, sino de correr dentro de las reglas. Pugnó porque los castigos sean proporcionales a las faltas.
Andrea Stella tiene razón: los pilotos deben pelear fuerte, pero la regla de no cambiar de línea en frenada y dejar espacio cuando hay un auto lado a lado están escritas. El domingo en Austria, Verstappen las trasgredió y, de alguna manera, se salió con la suya.
Max Verstappen es un campeón y nadie gana un título de F1 siendo misericordioso. Pelea fuerte siempre, pero esta vez se equivocó.
En las entrevistas post carrera, dijo que quería pensar en frío antes de hablar con su ‘amigo’ Norris, pero que definitivamente lo haría. Lando espera que Max acepte que hizo algo estúpido y así quedar saldada la afrenta.
Eso dicen, pero la pista los volverá a juntar muy pronto y veremos si ahora Norris es tan ingenuo como para pensar que puede quitarle un triunfo a Verstappen con una maniobra convencional.
Max
