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Durante el mandato del expresidente Andrés Manuel López Obrador, los fondos asignados a la atención de desastres naturales no se utilizaron como se había prometido. Informes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) revelan que cada año, estos recursos fueron devueltos a la Tesorería de la Federación (Tesofe). A pesar de los compromisos oficiales, gran parte del presupuesto destinado a desastres terminó financiando las obras insignia de López Obrador, como el Tren Maya y la refinería Dos Bocas.

Al principio de la administración, se eliminó el fideicomiso del Fondo de Desastres Naturales, lo que permitía acumular fondos año tras año. A partir de ese momento, los recursos disponibles se redujeron considerablemente. En 2019, se registraron 41 mil millones de pesos en los fondos destinados a la atención de desastres, pero al cierre de la administración en 2024, la cifra había bajado a 13 mil 500 millones.

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El diputado del PAN, Saúl Hernández, denunció que la falta de inversión dejó al país vulnerable ante futuros desastres. Según Hernández, la administración de López Obrador no dio prioridad a la prevención ni atención de catástrofes, lo que coloca a México en una situación de alto riesgo.

En los informes anuales de Hacienda se señala que en 2021 y 2022 se aprobaron presupuestos de 8 mil y 9 mil millones de pesos, respectivamente, pero solo una pequeña fracción fue utilizada. El resto fue reintegrado a Tesofe, y gran parte del dinero terminó siendo redirigido a proyectos como el Tren Interoceánico.

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En junio de 2024, el saldo del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) se redujo a 13 mil millones de pesos, sin que se hubiera ejercido un solo peso. Mientras tanto, el Fondo de Prevención de Desastres Naturales (Fopreden) pasó de 228 a 125 millones, con un gasto reportado de cero pesos.

A pesar de esta realidad, Acapulco sigue siendo una zona afectada por el huracán John, con 22 personas fallecidas y un panorama de devastación.

Fuente El Universal

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