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El fallo próximo de la Suprema Corte sobre la reforma judicial genera preocupación en sectores ajenos al conflicto directo. En el Banco de México (Banxico), el temor es palpable: el incumplimiento de una sentencia por parte del gobierno podría desatar inestabilidad económica.
Cerca de Victoria Rodríguez, gobernadora de Banxico, se comenta que un desacato de Claudia Sheinbaum abriría la puerta para que Morena proponga medidas radicales. Una de las más temidas es la posible utilización de las reservas internacionales del Banco Central, valuadas en más de 220 mil millones de dólares.
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Aunque Sheinbaum prometió respetar la independencia de Banxico, la Junta de Gobierno teme un golpe a la confianza institucional. Un escenario de crisis podría dificultar la reducción del déficit fiscal, algo que el gobierno planea bajar del 6 % al 3.5 % en 2025. Sin embargo, se mantienen grandes proyectos sociales e infraestructura, como la construcción de un millón de viviendas.
El recorte en la calificación crediticia parece inevitable, y los rumores sobre la salida de Rogelio Ramírez de la O del gabinete complican el panorama. En Banxico, se cree que el presupuesto de 2025 no reflejará una disminución real del gasto, a pesar de las promesas oficiales.
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Las promesas de apoyo social y proyectos se multiplican, pero la reforma fiscal y el ajuste siguen ausentes. En la Junta de Gobierno, existe la inquietud de que un proyecto de reforma constitucional al artículo 28 pueda reactivarse. Esta iniciativa, surgida en 2021 bajo el mandato de López Obrador, permitiría destinar parte de las reservas a gasto social, lo cual ya había generado tensiones con Banxico por remanentes incorporados a las reservas.
Banxico observa los movimientos políticos con cautela. La estabilidad del país podría depender de cómo se manejen las próximas semanas.
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