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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha planteado imponer un arancel del 25 % a México si no se controla la migración. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, calificó esta medida como «un tiro en el pie», destacando que afectaría gravemente al sector automotriz y resultaría en la pérdida de 400,000 empleos en Estados Unidos.
Ebrard explicó que desde 1961 las importaciones se han cuadruplicado, por lo que el impacto sería proporcionalmente mayor. Además, subrayó que las principales compañías automotrices, como General Motors, Ford y Stellantis, serían las más perjudicadas. Estas empresas están profundamente integradas con México, y un impuesto de esta magnitud dañaría significativamente el complejo industrial y tecnológico compartido.
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Añadió que estas medidas no solo afectarían a las empresas, sino también al consumidor estadounidense, con un aumento estimado de 3,000 dólares en el precio promedio de los vehículos. Ebrard enfatizó que estas compañías representan una gran parte de las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos, por lo que imponer un arancel equivaldría a gravar a las propias empresas norteamericanas más importantes del sector.
En términos de empleo, Ebrard señaló que la medida podría costar alrededor de 400,000 trabajos en Estados Unidos. Este cálculo se basó en consultas realizadas con la industria automotriz y de autopartes, destacando que el 88 % de las pickups vendidas en Estados Unidos se fabrican en México.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum advirtió que los aranceles tendrían «grandes impactos» tanto en empresas como en consumidores estadounidenses. Según Sheinbaum, esta política afectaría no solo a México, sino también a Canadá y a Estados Unidos, generando una cadena de efectos negativos en la región.
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En respuesta, Sheinbaum aseguró que su gobierno está impulsando iniciativas para fortalecer la estabilidad regional y fomentar la cooperación en temas clave como seguridad, migración y gobernanza. Además, destacó que México está acelerando acuerdos comerciales con la Unión Europea y América Latina para diversificar sus relaciones económicas.
Sheinbaum concluyó que es fundamental evitar divisiones y trabajar en una región más fuerte y próspera. «Los tres países nos complementamos, no competimos», afirmó. Al mismo tiempo, señaló que el combate al tráfico de fentanilo y la migración siguen siendo prioridades para su administración.
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