Nacional
Redacción
Política Gurú
La revelación, apenas mencionada por medios selectos, resalta un dato alarmante ignorado por muchos. Informes exclusivos desvelan una vigilancia encubierta, por ex agentes del FBI, de las actividades de los hijos del presidente López Obrador, sembrando inquietud en el gobierno. Este seguimiento, vinculado inicialmente al ex gobernador Francisco Cabeza de Vaca, ahora parece ser obra directa de las agencias estadounidenses.
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Las recientes filtraciones de EE.UU. muestran a José Ramón López Beltrán en un encuentro sospechoso con Rafael Marín, ex titular de Aduanas, y dos individuos posiblemente ligados al contrabando de combustible. Esta junta, realizada en un conocido restaurante de McAllen, cobra una relevancia crítica al incluir figuras bajo investigación estadounidense.
Además, sorprende la presencia inesperada de Carlos Víctor Peña Ortiz, alcalde de Reynosa, en dicha reunión, aumentando las especulaciones sobre las verdaderas intenciones detrás de este encuentro. La conexión de estos empresarios con el difunto Sergio Carmona, sospechoso de financiar ilegalmente campañas políticas, añade una capa de misterio y preocupación.
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Este escenario refuerza la percepción de una falta de transparencia y posibles nexos inapropiados, alejando a los hijos del presidente López Obrador de futuros viajes a Estados Unidos y sumergiendo al gobierno en un mar de especulaciones y críticas.
López
