México

Michel Chaín

Es una constante bien documentada en la mayor parte de los países donde se realizan elecciones más o menos libres, que en años electorales los gobiernos suelen “aflojar” los instrumentos de contención del gasto, a fin de que el exceso de masa monetaria le dé un impulso temporal al PIB y los votantes, que también son consumidores, estén de mejor ánimo con el Partido Político en el Gobierno y eso se refleje en los resultados electorales[1].  

En el caso de México, dado el muy explícito interés de la Presidencia de la República por utilizar todos los medios a su alcance, más allá de si son lícitos o no, por lograr que el “andresmanuelismo” continúe, al menos, hasta 2023, no es de sorprender que también se busque manipular las variables económicas para que una mayor cantidades de votantes esté dispuesto a olvidar los múltiples fallos del Gobierno Federal, a cambio de un aumento en su capacidad de consumo que, en muchos de los casos y gracias a las actuales tendencias que parecen confundir satisfacción con felicidad[2], hará sentir aparte del electorado más “feliz” y dispuesto refrendar su confianza votando en favor de las candidaturas de MORENA y partidos satélites.

En este sentido, el primer fenómeno que hay que considerar es el aumento histórico en las remesas que recibe el país.


[1] NORDHAUS, “The Political Business Cycle”, Review of Economic Studies”, 1975.

[2] https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Satisfaccion-no-es-igual-a-felicidad-20230914-0088.html

Si bien en 2009, dados los efectos de la crisis financiera internacional, la llegada de remesas a México presentó una caída anual de un 15.2 % en dólares norteamericanos[1], a partir de dicha disminución, su llegada al país comenzó una recuperación que no sólo supo sortear la pandemia por COVID-19 y la crisis económica de 2021 y 2023, sino que han logrado un dinamismo que les ha hecho, año tras año, romper sus récords históricos.  

Este comportamiento al alza en la llegada de remesas al país históricamente ha tenido un impacto positivo en los ingresos de las familias y, en consecuencia, en sus decisiones de consumo.  A manera de ejemplo, tan sólo en 2022, permitieron que el ingreso del 30 % de los hogares más pobres del país se incrementara en un 22 % por la recepción de dólares norteamericanos a través de estas[2].

Dado el deseo por impulsar temporalmente el ingreso y, en consecuencia, el consumo de las familias mexicanas de cara a la elección del 2 de junio de 2024, hay que enmarcar en esta lógica no sólo las facilidades para el continuo flujo de las remesas, sino también tanto los aumentos en los apoyos en efectivo que otorga el Gobierno Federal como en los adelantos en el pago de estos[3][4].

En este sentido, el entorno importa e importa mucho, ya que, de darse este aumento al ingreso de las familias en un entorno de reducción en el dinamismo económico o en el que un creciente número de individuos no fuera capaz de ganar lo suficiente para hacerse de los satisfactores mínimos de subsistencia, se esperaría que buena parte de esos recursos se dirigieran a subsanar faltantes críticos que en el pasado inmediato no pudieron ser satisfechos.

Sin embargo, pareciera ser que el contexto actual es el opuesto al descrito, pues los esfuerzos del Gobierno Federal por utilizar el ingreso y el consumo a su favor electoralmente se dan en un entorno económico inmejorable, caracterizado por un crecimiento del 3.2 % en el PIB durante 2013[1] y la reducción del 16 % en el número de mexicanos en condición de pobreza en 2022 respecto a 2020[2], de acuerdo con la más reciente medición del CONEVAL.


[3] http://www.olafinanciera.unam.mx/new_web/31/pdfs/PDF31/GarciaGasparOlaFin31.pdf

[4] https://mexicocomovamos.mx/aristegui-noticias/2024/01/remesas-y-tipo-de-cambio/

[5] https://www.gob.mx/bienestar/prensa/2024-inicia-con-aumentos-a-pensiones-de-bienestar-anuncia-ariadna-montiel?idiom=es

[6] https://programasparaelbienestar.gob.mx/en-2024-aumentara-apoyo-de-produccion-para-el-bienestar-beneficiarios-recibiran-entre-6-mil-200-y-24-mil-pesos anuales/#:~:text=mil%20pesos%20anuales-,En%202024%20aumentará%20apoyo%20de%20Producción%20para%20el%20Bienestar%2C%20beneficiarios,y%2024%20mil%20pesos%20anuales&text=Entre%202019%20y%202024%2C%20el,le%20otorga%20a%20cada%20campesino.

[7] INEGI.

[8] CONEVAL.

¿Y el resultado?

Pues contrario a lo que podría esperarse, estos esfuerzos del Gobierno Federal no se han reflejado en un aumento en el consumo privado, por lo menos al arranque de 2024.  Si se toma como referencia el Indicador Oportuno del Consumo Privado en México es posible observar cómo, desde noviembre del año pasado, comienza una tendencia a la baja que no se detiene sino hasta febrero de 2024 con una ligera mejora que no alcanza para recuperar el nivel que se tuvo al cierre de 2023.

Más allá de las sospechas que existen respecto al uso de las remesas como un vehículo para el lavado de dinero, lo que potencialmente las elevaría de manera artificial, y que el Gobierno Federal no ha investigado, es muy pronto para saber con exactitud por qué el consumo en la economía mexicana no está respondiendo a los estímulos que está recibiendo.  Lo que es un hecho es que, si no lo hace en los siguientes dos meses, la economía no estará jugando el papel que el Gobierno Federal espera lo que, en una elección que de manera natural tenderá a cerrarse, puede significar uno de los dolores de cabeza con los que el presidente, y muchas de las candidaturas oficialistas, tendrán que lidiar.

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