Pemex

Economía

Noé Cruz Serrano

El Universal

A dos años de que concluya, la actual administración se afianza como el peor sexenio de la historia en materia de tomas clandestinas en ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Entre 2019 y 2022, los huachicoleros no ceden e impusieron un récord de perforaciones ilegales, con un acumulado de 49 mil 142, de acuerdo con estadísticas de la Gerencia de Estrategia y Sistemas de Seguridad y Monitoreo de Petróleos Mexicanos (Pemex). Ello significa que el crimen organizado hizo 33.6 perforaciones diarias en ese periodo.

La cifra alcanzada en los primeros cuatro años de este gobierno supera al que había sido el peor sexenio en cuanto a ordeña, el del expresidente Enrique Peña Nieto, cuando se registraron 43 mil 598 perforaciones ilegales en total o 19.9 diarias, según la bitácora mensual de la Subdirección de Salvaguardia Estratégica de Pemex.

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La actividad del crimen organizado dedicado al robo de combustibles repuntó significativamente, al pasar de 11 mil 37 tomas clandestinas en 2021 a 13 mil 946 el año pasado, un crecimiento de 26%.

El número de perforaciones realizadas el año pasado a lo largo de la red de 17 mil kilómetros de ductos de la petrolera estatal se convirtió también en una cifra récord para este gobierno, lo que explica por qué el costo de ese delito aumentó de 7 mil 200 millones de pesos a 18 mil 700 millones entre 2021 y 2022.

Negocio redondo

Un analista del sector que pidió no ser identificado por lo sensible del tema explicó que el robo de combustibles crece, “porque el mercado negro sigue siendo negocio” y los 18 mil millones de pesos “no son para nada despreciables”.

Comentó que México no es el único país en donde el robo de combustibles está presente, pero hay casos de éxito como Colombia, donde lograron contener en los años 90 un problema “muy fuerte de mercado negro”, invirtiendo en tecnología.

En África, países como Nigeria y Somalia utilizan sistemas automatizados que generan alertas en el sitio exacto en donde se pretende perforar un ducto, además de que hay una respuesta inmediata de las autoridades y emplean equipos que emiten descargas eléctricas o sistemas de sonido de alta frecuencia, detalló.

Lo que hace falta en el país, explicó el experto, es precisamente invertir en tecnología para ser usada en la red de ductos. “México es uno de los más deficientes en temas de tecnología para seguridad de alerta temprana o generar alertas inmediatas cuando se presente una fuga o salida no programada de volumen en ductos”, dijo.

Reconoció que, si bien ha bajado el volumen desviado por tomas clandestinas, “es poco probable que exista un seguro que cubra el problema, porque cae en el rubro de vandalismo, y esa categoría es casi siempre una excepción en las aseguradoras”.

Daños y composturas

Las reparaciones de las tomas clandestinas representan un alto gasto para la empresa. En 2021 costaron aproximadamente 3 mil 200 millones de pesos, de acuerdo con información proporcionada por Pemex a través de la Plataforma Nacional de Transparencia.

Pemex dijo que se había contratado a empresas para hacer las reparaciones, pero eso dio pie a suspicacias de que las mismas compañías podrían estar relacionadas con la ordeña y por eso ahora las composturas se atienden con personal interno de la empresa.

Por lo pronto, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana ya había alertado del incremento en el robo de combustible a través del reporte diario del desvío de hidrocarburos de Pemex.

Con cifras al 28 de febrero de 2023, informó que en 2021 la desviación calculada en miles de barriles diarios fue de 3.6 mil barriles diarios en promedio, pero para 2022 el volumen aumentó a 6.1 mil barriles diarios, un crecimiento de 69.4%. En lo que va de 2023, oscila entre 5.2 mil y 5.7 mil barriles diarios.

PEMEX

De acuerdo con las bitácoras de tomas clandestinas de este gobierno, tres estados concentran el mayor número de actos ilegales en ductos de Pemex y en donde el robo de combustibles es constante, encabezados por Hidalgo, que promedia más de 4 mil 200 tomas clandestinas por año.

Le siguen Puebla, con mil 866, y el Estado de México, con mil 593 en promedio anual.

En diferentes momentos, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado que el huachicoleo se acabó: el 7 de junio de 2020, en una visita a la refinería de Minatitlán, aseguró que el huachicoleo se redujo 96.25% de finales de 2018 a la fecha.

Pemex dijo en su más reciente informe financiero, correspondiente al cuarto trimestre de 2022, que “México ha experimentado un incremento en las actividades delictivas y estos hechos podrían afectar las operaciones de Pemex, debido sobre todo a las actividades de grupos de la delincuencia organizada, incluyendo narcotráfico”.

Origen: Fue 2022 el peor año del sexenio en huachicoleo

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