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Horner
En el emocionante Gran Premio de Australia, Sergio ‘Checo’ Pérez cruzó la meta en cuarto lugar. La competencia se vio marcada por el desafío de Pérez con su Red Bull RB20, luchando por encontrar el ritmo óptimo debido a problemas con los neumáticos. Esta situación generó frustración en el talentoso piloto mexicano.
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Al concluir el evento, Pérez compartió su descontento a través de la comunicación por radio del equipo, señalando las dificultades para alcanzar un rendimiento adecuado del coche durante el fin de semana en el circuito de Albert Park. «Realmente, nada funcionó como esperábamos. Nos quedamos cortos en cada segmento de la carrera,» compartió con evidente desilusión.
Christian Horner, el líder de Red Bull Racing, reconoció las complicaciones expresadas por Pérez, indicando que el equipo había identificado varios puntos débiles en el RB20. Este automóvil había mostrado una fuerza dominante en las primeras carreras de la temporada, con impresionantes victorias de Max Verstappen. «Checo, reconozco que no hemos estado a la altura hoy,» dijo Horner, expresando su pesar. «Hoy aprendimos valiosas lecciones,» añadió.
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Después del evento, Pérez fue claro al mencionar que no se veían en posición de superar a los equipos de Ferrari y McLaren en la pista. «Los McLaren estaban simplemente a otro nivel,» admitió Pérez, refiriéndose a la dinámica de la carrera. Además, destacó la problemática degradación de los neumáticos, tanto en la parte trasera como delantera, lo que impidió encontrar el equilibrio y ritmo deseados. «Nos mantuvimos un paso atrás durante todo el fin de semana, sin lograr ajustar correctamente el balance del coche,» concluyó Pérez, resumiendo un fin de semana de aprendizajes y desafíos.
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