Caro Quintero

Nacional

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Hubo momentos de zozobra y confusión. Un recuerdo desesperado del «Culiacanazo», por el hermetismo y la información que trascendía de forma oficiosa, sin confirmación de parte de las autoridades. Pero finalmente, este viernes, la Secretaría de Marina anunció que detuvo al mítico Rafael «Rafa» Caro Quintero, integrante del grupo primigenio de Sinaloa que luego fundó el extinto Cártel de Guadalajara.

Su aprensión coincidió con la caída de un helicóptero de la Marina en Sinaloa que causó la muerte de 14 militares, pero el Gobierno no explicó si la caída fue parte de un ataque narco. Como sucedió en la frustrada detención de uno de los hijos del «Chapo» Guzmán, otro de los jefazos históricos de Sinaloa, el gobierno de López Obrador se sumió en un pesado silencio y la información oficial fue a pareciendo a cuentagotas.

«El Rafa» era desde hace años uno de los narcotraficantes más buscados por las agencias de seguridad de los Estados Unidos, que lo sindicaban como una pieza clave en el cruento asesinato del agente de la DEA, Enrique «Kiki» Camarena, que soportó días de torturas y cuya muerta marcó a fuego la relación de Estados Unidos con México. 

El narcotraficante fue detenido durante el mediodía, en medio de un operativo encabezado por la Marina en la comunidad de San Simón, ubicado en el municipio de Choix. Se trata de un pequeño municipio serrano que se encuentra al norte de Sinaloa en los límites con los estados de Chihuahua y Sonora.

«La detención de este «capo de capos» ocurre apenas unos días después del encuentro de López Obrador con Biden en la Casa Blanca. Caro Quintero era buscado hace años por las agencias de Estados Unidos, pesaba sobre la su supuesta participación en el histórico asesinato y tortura del agente de la DEA, Enrique «Kiki» Camarena. 

La captura de este «capo de capos» ocurre apenas unos días después de la visita de Andrés Manuel López Obrador a Washington, que incluyó una reunión con Joe Biden en la Casa Blanca. Ese telón de fondo alimentó una serie de lecturas políticas alrededor del operativo contra Caro Quintero. 

Ocurre que sobre las espaldas de Quintero pesaba, desde hace años, dos órdenes de aprehensión de la Fiscalía General de la República (FGR), pero sobre todo una orden de extradición a Estados Unidos, país en donde las autoridades ofrecían hasta 20 millones de dólares por información que dieran con su paradero.

Foto: Telemundo Noticias

El capo fue acusado del histórico asesinato del agente de la DEA, Enrique «Kiki» Camarena, en 1985. Ese mismo año fue detenido por primera vez en Costa Rica y extraditado inmediatamente a México.

Sin embargo, fue liberado en 2013 cuando el primer tribunal colegiado en materia penal del tercer circuito en Jalisco le concedió un amparo, bajo el argumento de que debió de ser juzgado en el orden local y no en el orden federal.

Caro Quintero llegó a escribirle una carta al ex presidente Peña Nieto en la que le pidió que terminara con la «persecución» en su contra. Hasta su detención este viernes llevaba nueve años prófugo.

Ese mismo año, se dio a conocer que el capo le mandó una carta al entonces presidente Enrique Peña Nieto, en la que le pidió parar con la «persecución» en su contra. Pero en 2015 el «narco de narcos» enfrentó un revés de la justicia, pues la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo declaró culpable. Sin embargo, desde el momento que obtuvo su libertad, se desconocía su paradero. Llevaba entonces más de nueve años prófugo.

En 2016 ofreció una entrevista en la clandestinidad al semanario Proceso en donde se afirmaba inocente del asesinato del agente de la DEA que logró infiltrarse en el cártel que encabezaba el ex policía Miguel Angel Félix Gallardo, acaso uno de los narcos más poderosos que haya existido. Desde su fuga se especuló sobre su presencia en México, que la detención de este viernes viene a confirmar.

Caro Quintero fue detenido en 1985 y liberado en 2013.

Las implicancias de la detención de Caro Quintero para el gobierno de López Obrador son difíciles de dimensionar. La relación de su administración con los cárteles viene siendo objeto de análisis, no sólo en el plano nacional sino también en el internacional. AMLO había detenido por completo los operativos contra los líderes narcos, en un plan de seguridad que suele resumir con la controvertida frase de «abrazos, no balazos». 

La política del gobierno hacia el Cártel de Sinaloa -cuya semilla es el Cártel de Guadalajara, fundado por Félix Gallardo y Caro Quintero- es observada con especial atención por las autoridades de Estados Unidos. Por eso llamó la atención el desplome de un helicóptero de la Marina en Sinaloa, en el mismo día que transcurría la captura del capo narco. Desde el Gobierno confirmaron el derribo de la nave y la muerte de 14 marinos, pero hasta el momento no aclararon si se trató de una agresión en respuesta a la detención del capo narco.

Origen: La Marina capturó al mítico capo narco Caro Quintero y hay el temor por la reacción del Cártel de Sinaloa

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