Covid

Por: Michel Chaín (*)

¿Qué hacer cuando nuestra percepción de la realidad, como ciudadanos, discrepa de aquella que tiene el Gobierno que, en principio, nos representa? Habrá quienes quieran “mandar al demonio las instituciones” y optar por el más estéril anarquismo y habrá otros quienes, echando la civilidad y el conocimiento por delante, optarán por organizar a los ciudadanos para que, desde la sociedad civil, se cuestione al Gobierno o, incluso, se haga lo que la burocracia está dejando de hacer.

Lo anterior viene a colación porque, ante el manto de opacidad que las actuales autoridades han tendido sobre todos aquellos temas en los que los resultados no les favorecen, creo que hay que reconocer a aquellos ciudadanos que, pese al clima adverso y un abierto antagonismo del Gobierno Federal a la Sociedad Civil Organizada, se “echan el trompo a la uña” y desde esa misma sociedad civil dan luz a temas que son de interés para la ciudadanía y en los cuales, me parece evidente, la mayoría no coincide con las versiones oficiales.

De la gran variedad de temas sobre los que podrían pronunciarse los ciudadanos, el de la pandemia por COVID-19 y la pérdida de vidas humanas asociadas a la misma, me parece particularmente relevante.

Muertes en exceso atribuidas a COVID-19 y muertes registradas por COVID-19 por semana epidemiológica

En primer lugar, porque desde diferentes trincheras se ha señalado que México fue uno de los países que peor manejó la pandemia.  En segundo, porque dada la naturaleza de los virus, es cuestión de tiempo para que como humanidad volvamos a enfrentar un reto similar y es importante saber si estamos aprendiendo de lo que sucedió o no.

En este sentido, es de llamar la atención que un grupo multidisciplinario de investigadores y profesionales independientes tanto del Gobierno como de los partidos políticos, decidió desde la trinchera de la sociedad civil estudiar la respuesta del Gobierno de México a la pandemia por COVID-19 y, siguiendo los más altos estándares de rigor científico y objetividad académica, documentar su impacto de la crisis en la sociedad mexicana e identificar los principales aciertos y errores en la gestión de la emergencia.

La Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia de COVID-19 en México, formada por 17 científicos, investigadores y profesionales que trabajan financiándose con las aportaciones de sus integrantes y su participación pro bono, por lo que ninguno recibe remuneración alguna, está documentando y analizando la historia del COVID-19 en el país, con el fin de que todos como ciudadanos estemos mejor enterados de lo que sucedió y por qué sucedió.

Porcentaje acumulado de mortalidad en exceso durante la pandemia de Covid-19, 2020-2021

(muertes en exceso en relación con las muertes esperadas según la mortalidad de años previos)

Covid
Fuente: https://www.comisioncovid.mx/index.html

Si bien el documento extenso y a profundidad sigue en elaboración, ya es posible conocer sus primeros resultados en el sitio web www.comisioncovid.mx, entre los que resalta que, mediante un análisis matemático, se estima que por lo menos 224,244 vidas se hubieran salvado, de haber existido un manejo diferente de la pandemia.

Si una ventaja, además del propio intercambio tuvo la apertura comercial de los años noventa fue que como mexicanos nos obligó a dejar de estar “viéndonos el ombligo” y, en su lugar, nos hizo medirnos, uno a uno, con el resto del mundo.  De manera sorprendente para los catastrofistas que se aferraban al proteccionismo, por el miedo a competir con el orbe, resultó que los mexicanos somos bastante más productivos y competitivos de lo que por décadas nos hicieron creer.

Que hoy no nos hagan dejar de ver al resto del mundo para volver a vernos el obligo y, mucho menos, en un tema tan sensible y trascendental como lo es la salud.

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