Nacional
Redacción
Política Gurú
En un giro inesperado, Nuevo León presenció la resolución de un conflicto gubernamental. Después de intensas disputas, el PRI y el PAN, junto con el Gobernador Interino Luis Enrique Orozco, cedieron paso a Samuel García, del partido Movimiento Ciudadano. Esta decisión sorprendente llega tras días de tensión por la gubernatura del estado.
Orozco, ex vicefiscal estatal, anunció ayer su dimisión como Gobernador Interino ante el Congreso de Nuevo León. La renuncia fue rápidamente aceptada por las mayorías del PRI y del PAN. Con esto, también se revocó la licencia previamente concedida a García para el cargo.
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Simultáneamente, García declaró haber informado al Interino sobre su liderazgo en el gobierno y mantuvo su posición de no haber renunciado oficialmente al cargo. Este acontecimiento sigue a la confirmación de la Corte a favor de Orozco.
La conclusión del mandato interino y el retorno de García ponen fin a semanas de conflictos políticos. Estos incluyeron amparos, litigios, descalificaciones y tensiones elevadas, culminando con la irrupción de partidarios de García en el Congreso para impedir la designación de Orozco.
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La dimisión de Orozco fue precedida por encuentros en la sede legislativa con destacados políticos del PAN. Posteriormente, una abogada del gobierno entregó un documento al Congreso, indicando que García no ejercería su licencia.
La renuncia de Orozco se formalizó a las 13:33 horas. Poco después, en una sesión extraordinaria, el Congreso procesó y aprobó unánimemente la decisión. Seguidamente, se aceptó la solicitud de García para retomar sus funciones gubernamentales.
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