Monreal

Nacional

Luis Carlos Rodríguez y Antonio López

El Universal

Politólogos y analistas consideraron innecesario el golpeteo político de Layda Sansores en contra del senador Ricardo Monreal al querer aplicar la misma fórmula que con Alejandro Moreno, líder nacional del PRI, para tenerlo arrodillado, pues sería contraproducente para el resto de las corcholatas y para el presidente Andrés Manuel López Obrador, porque el zacatecano sigue siendo un operador político eficaz para el régimen y podría destapar temas que no les convienen.

El analista político Alfonso Zárate dijo a EL UNIVERSAL que “lo que hace Layda Sansores es un golpeteo innecesario porque, aunque Monreal no tenga con qué disputar la Presidencia, sí tiene con qué pelear a la consentida del profesor y al Presidente. Mon- real sabe mucho de adentro del gobierno, de Morena y creo que la provocación que le están haciendo es innecesaria y torpe”.

Indicó que es claro que sirvió la difusión de las llamadas de Moreno Cárdenas porque ayudaron a doblarlo y a que respaldara la reforma militar del gobierno, pero esta vez no, al contrario, afecta el diseño de la sucesión presidencial de López Obrador.

“En la visión miope y torpe de Layda, la idea es empujarlo para sacar a Monreal de Morena, pero es una tontería porque en el último tramo del sexenio el Presidente necesita impulsar una serie de reformas, incluso constitucionales, que afirmen su proyecto de la 4T y yo no veo en la bancada de Morena en el Senado a ninguna figura con las características y operación política de Monreal”.

Subrayó que empujarlo a salir es quitarle al Presidente un operador eficaz: “A final de cuentas el Presidente le llamará a Layda para que le baje, porque empujar a Monreal fuera del partido sería darse un balazo en el pie”.

Explicó que Monreal sigue buscando ser el candidato ante la posibilidad de un hecho azaroso que le permita estar seriamente en la disputa, ante lo que parece ya algo inevitable.

Por otro lado, “dentro del equipo de Claudia Sheinbaum al parecer hay quienes tienen cuentas pendientes que cobrar a Monreal, sobre su supuesta participación en las elecciones intermedias en la Ciudad de México y piensan que es un estorbo que hay que eliminar, lo cual es un error”.

Delitos por espionaje ilegal

Los chats de una presunta conversación entre Alito y Monreal que difundió Sansores San Román se pueden configurar en un delito que alcanza hasta 12 años de cárcel. Está tipificado en el artículo 177 del Código Penal: “A quien intervenga comunicaciones privadas sin mandato de autoridad judicial competente, se le aplicarán sanciones de seis a 12 años de prisión y de 300 a 600 días de multa”.

Gabriel Regino García, abogado en Derecho Penal por la UNAM, precisó que las filtraciones de la gobernadora no sólo violan el Código Penal, también los derechos humanos, por lo que consideró que esos actos pueden ser sujeto de un juicio político.

“La intervención de comunicaciones desde luego es un delito, el problema es acreditar que la persona que difunde es la persona que hizo la intervención, lo cual resulta sumamente complejo, pero al tratarse de una autoridad política, como lo es la gobernadora, el hecho de estar sistemáticamente difundiendo audios que se obtuvieron de forma ilícita, es una violación constante de la ley y de los derechos humanos, que da motivo suficiente y comprobado para un juicio político en su contra”, aseveró.

Gabriel Guerra, analista político, detalló que existe una duda sobre si el Presidente está conduciendo este golpeteo contra Monreal, “escondiendo la mano después de tirar la piedra, porque los llama a pacificarse, o será que Layda le está desobedeciendo y se fue por la libre”.

Manifestó que esa es una pregunta interesante porque ir en contra de la voluntad del Presidente significa que López Obrador está perdiendo el control del proceso de sucesión que él inició y que está organizando.

Expresó que buscar descarrilar Monreal Ávila, sacarlo de Morena o desprestigiarlo, es un grave error para el gobierno de la 4T, porque es quedarse sin su principal operador político en el Senado, en el Congreso, además se adelantarán los tiempos sucesorios y se da la señal de que no cuentan las lealtades y los resultados, sino lo que vale es no caer de la gracia de los radicales del partido.

Comentó que se rumora que el grupo de Sheinbaum se fue contra Monreal Ávila, ya que hay una rivalidad entre ambos desde hace tiempo: “Hay un grupo de duros, radicales en Morena que no perdonan a Monreal Ávila una real o imaginaria teoría de no haber apoyado al partido en las elecciones intermedias en la Ciudad de México y ahí el discurso de Layda de que si rectifica, si corrige el camino lo perdonamos, lo cual suena como a la Santa Inquisición y no a una gobernadora”.

José Perdomo, analista político y académico de La Salle, dijo que “es evidente que en estas revelaciones de Layda Sansores está la mano del presidente López Obrador”, porque como saben que les funcionó con Alejandro Moreno para doblarlo y someterlo”, piensan que también pueden arrodillar a Ricardo Monreal.

Subrayó que Monreal cuenta con enorme fuerza política, tiene arrastre, capacidad, fue gobernador y en lo personal extremadamente cuidadoso en la relación con el Presidente, pero todo eso es insuficiente porque él ya eligió a Sheinbaum como su corcholata.

“El Presidente les pide que se calmen, que no se enojen, pero es evidente que sabía lo que revelaría Layda y es claro que está viendo cómo Monreal va avanzando, sin escándalos, como buen operador político y eso le está generando una inquietud a López Obrador, quien no quiere que llegue a otro nivel en sus aspiraciones”, dijo.

Origen: Pega guerra interna de Morena a gobierno de AMLO

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