Nacional
Redacción
Política Gurú
Al cerrar la semana, el viernes marcó el inicio de la carrera electoral 2024, desatando controversias. Claudia Sheinbaum y Clara Brugada, ambas candidatas, compartieron escenario en el emblemático Zócalo, dejando a los espectadores perplejos ante un gesto inesperado.
Mientras se preparaban para una fotografía, un supuesto forcejeo entre ellas captó la atención, contradiciendo el mensaje de unidad promovido por Morena. Brugada no tardó en dirigirse a sus seguidores en redes, buscando apaciguar los rumores.
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Desde su Twitter, compartió un video que, según ella, desmentía las suposiciones, mostrando un intento de despedida afectuosa interrumpido por un gesto de victoria algo forzado de Sheinbaum. Brugada apeló a la unidad y el compromiso con la transformación nacional.
Por otro lado, el senador César Cravioto intentó refutar acusaciones de discordia, aunque su evidencia videográfica resultó ser poco convincente. El primero, de calidad cuestionable, omitía momentos clave, mientras que el segundo parecía cuidadosamente seleccionado para respaldar la versión de Brugada.
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Este incidente plantea serias preguntas sobre la cohesión dentro de Morena y la integridad de sus figuras prominentes. La discrepancia entre el discurso público de unidad y los actos privados de discordia, captados y manipulados en medios digitales, refleja un desafío mayor para el gobierno en turno. La transparencia y la coherencia entre el decir y el hacer se presentan como asignaturas pendientes en la política actual.
Brugada
