Bienestar

Nacional

Jorge Ricardo y Benito Jiménez

Gpo. Reforma

En la sucursal del Banco del Bienestar de San Andrés Tetepilco, en Iztapalapa, ayer operaba un solo cajero y vecinos aprovecharon para formarse temprano y vender sus lugares en la fila a adultos mayores.

«El gerente pide que no se metan en la fila ni vendan lugares», pidió un empleado de la sucursal, quien firmó copias de credenciales de elector de la gente formada al detectar la venta.

Aunque fue creado para facilitar el reparto de los programas sociales, el Banco del Bienestar obstaculiza y hace esperar hasta nueve horas a los beneficiarios formados afuera de sus sedes.

A la fecha sólo funcionan mil 414 sucursales de las 2 mil 744 prometidas en 2019, con las que se busca atender a 30 millones de personas, 5 millones más que el total de mexicanos que tienen cuenta en todo el sistema bancario, según la Condusef. Los bancos privados tienen 11 mil 914 sucursales en todo el País.

Te puede interesar: Así será el nuevo formato de FIFA para el Mundial 2026: Reportes

Reportes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), publicados en diciembre, advertían que el Banco del Bienestar obstaculiza la entrega de apoyos.

«Los beneficiarios refieren pocas sucursales y cajeros en sus localidades; gastos de traslado para disponer, en ese banco, de los apoyos; además, de una falla constante de los cajeros y, en los días de dispersión del pago, el dinero disponible en el cajero se agota con rapidez», indicó sobre el programa de becas.

En la justificación del Banco del Bienestar para invertir 109.6 millones de pesos este año en un call center, indicó que recibe más de 240 millones de llamadas de usuarios al año, aunque sólo tienen contratado un servicio de atención para 66 millones.

Hace unos días, la fila afuera de la sucursal del BB en Tlatelolco, en la Alcaldía Cuauhtémoc, no era tan grande, de unas 60 personas; los estudiantes de prepa que iban a recoger su tarjeta dijeron que otras veces ha llegado hasta la Plaza de las Tres Culturas, a unos 250 metros.

Aun así, los jóvenes que llegaron a las 9:00 horas, y que estaban a 40 metros del a puerta, se fueron a las 13:30, cuando les avisaron que ya no podrían entrar.

Te puede interesar: Monreal descarta cambiar aspiración presidencial por candidatura a jefe de Gobierno de la CDMX

«El sistema que usamos tarda mucho tiempo, porque da de alta muchas cosas y nos tardamos unos 20 minutos por cada persona de aquí a las cuatro; entonces si quieren ir y regresar», dijo una trabajadora que salió a dar el aviso.

En Cuauhtémoc hay 63 mil 695 millones de beneficiarios, según el padrón de la Secretaría del Bienestar, pero sólo están funcionando cuatro sucursales.

«Es una gran ayuda que dan, pero cuesta mucho obtenerla», concluyó Rogaciano Ortega, un hombre de 67 años, en la sucursal de Paseo de la Reforma.

En sus evaluaciones a programas prioritarios del Gobierno federal, el Coneval denunció el obstáculo que se ha convertido el BB para el cobro de becas o pensiones, por lo que los beneficiarios prefieren pagar la comisión en bancos privados o seguir recibiendo el pago en efectivo, precisamente lo que la 4T pretendía evitar.

«Las familias beneficiarias refieren las pocas sucursales y cajeros en sus localidades; los gastos de traslado en los que incurren para disponer, en ese banco, de los apoyos que brinda el programa; la falla constante de los cajeros automáticos y, en los días de dispersión del pago, el dinero disponible en el cajero se agota con rapidez», concluyó el Consejo a finales del año pasado.

En otros casos, la apertura de una sucursal del BB ha ocasionado un mayor costo para los beneficiarios.

La señora Andrea Crisóstomo del pueblo otomí de Maxdá, de Timilpan, Estado de México, de 82 años, recuerda que cuando iba a cobrar su pensión en efectivo al auditorio municipal, a 20 minutos en auto, gastaba 60 pesos de taxi colectivo por ella y su hija. Sin embargo, desde hace ocho meses, cuando le dieron su tarjeta, tiene que moverse a la sucursal del BB en el pueblo de Zaragoza, a una hora y 20 minutos.

«Te formas y hay un montón de gente porque van todos los del municipio, y es por eso que ahora mi nieto saca el dinero en el Banco Azteca, pero se quedan con 30 pesos», dijo.

Desde diciembre, la Secretaría de Bienestar comenzó la sustitución de tarjetas bancarias privadas por las del BB. En el caso de los adultos mayores, serán más de 11 millones 56 mil tarjetas.

La crónica del Malestar por Bancos del Bienestar

Cientos de personas de la tercera edad padecieron ayer la burocracia, el sol y hasta el negocio para cobrar su pensión en las sucursales del Banco del Bienestar de la Cuidad de México.

«Ya lo detecté, y me di cuenta de que están vendiendo lugares y no se los voy a permitir; es más, yo mismo voy a salir a firmar las hojas de sus credenciales de elector, porque no se vale que haya gente que esté vendiendo lugares. Es increíble», dijo enojado el gerente de la sucursal de San Andrés Tetepilco, en Iztapalapa.

Los adultos mayores, algunos con bastón, se arremolinaron con él para exigirle una mejor atención.

«Tenemos muchas horas aquí, bajo el sol, vea usted mismo», expresó una señora.

«Sí, pero tengo trabajo allá adentro y tengo que atenderlos a ustedes. En serio, una disculpa, pero si no me apoyan no puedo darles la atención, por favor», respondió el gerente, de camisa blanca y gritón para todo.

Luego, el gerente cumplió su amenaza y firmó las copias de la credencial de elector para evitar pensionados hechizos y tramposos.

«Es la última vez que veo una hoja falsa, no van a cobrar sin mi firma», amagó.

El gerente se metió a su oficina y no salió por horas.

-¿Cuánto cuesta un lugar?-, se le preguntó a uno de los empleados.

«El 15 por ciento de lo que cobres», soltó.

«Ya los conocemos, te venden plumas o libretas, pero también apartan con su gente los lugares, y son golpeadores, te ponen en la madre», advirtió un señor de 69 años.

Según los testimonios, los vecinos de este barrio apartan lugares desde las cinco de la mañana. Incluso piden el pin de las tarjetas para cobrar a domicilio.

Sobre la actitud del gerente de esta sucursal, el señor Emilio Ramos respondió: «Vine exclusivamente a checar mi saldo, porque el día de ayer me tocaba, desgraciadamente no han depositado, y sale el gerente muy arrogante, prepotente, gritando a una señora de la tercera edad, y siento que no es correcto, a estos señores los deben de capacitar para que den una atención adecuada».

Te puede interesar: Resumen Informativo 20230315

Uno de los reclamos de los adultos mayores al cobrar su pensión fue que no había dinero en los cajeros automáticos.

Agobiados por un sol de marzo que pegaba a tope, los usuarios acudieron por respuestas con los Siervos de la Nación, pero sólo recibieron evasivas.

«Yo soy García, se supone que me tocaba el 7 de marzo y no ha caído», dijo la señora Beatriz, de 69 años.

«Así está pasando, si no cae este bimestre, hasta el otro (mayo), caen los dos», informó una señora de chaleco guinda, de la 4T.

«Todos se están quejando, discúlpenos. Para el próximo bimestre se trae una sillita», ironizó.

En el banco ubicado en Calzada Vallejo, en Azcapotzalco, los adultos reportaron que el tiempo de espera era de hasta dos horas.

Al preguntarle a un encargado del Bienestar sobre las razones de las filas, comentó que los cajeros no tenían suficiente dinero, y que el retiro se realizaba en dos pagos, lo que hacía más tardada la entrega de recursos.

Una señora que acudió sola al banco se acercó al empleado del Bienestar para preguntarle si alcanzaría dinero del cajero, y así quedarse en la fila, pero lo único que recibió como respuesta fue un «¡Juégatela mujer!».

«La verdad es que yo no te puedo decir si sí o no», agregó el hombre.

Lo mismo sucedió en la sucursal del centro de Azcapotzalco, en donde la espera llegó hasta las tres horas y la atención de los Servidores resultó peor.

«No saben informar, no salen ni entran, hay gente también formada adentro, están sentadas adentro, pero no avanzan, no informan si no hay dinero o no», reprochó el señor Antonio, quien a las 2 de la tarde era el lugar 78 en la fila y llevaba más de dos horas esperando.

En la sucursal «Reforma», ubicada en la Colonia Tabacalera, la fila se extendió hasta dos calles.

El oficial en la entrada argumentó que era el sistema. Pero el frutero, ambulante, aprovechó.

«Si se duerme de pie, coma sandía», soltó.

Nadie le compró, pero dio risa y mantuvo en vigilia a los pensionados

Origen: Venden lugares en filas del Banco del Bienestar

Bienestar

Loading

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *