Nacional
Redacción
Política Gurú
El Instituto Nacional Electoral (INE) ha lanzado una alerta crítica. Afirma que la violencia del crimen organizado y disputas locales amenazan la democracia en Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca. Estos conflictos ponen en jaque la instalación de casillas en 14 distritos clave, revelando un panorama sombrío para los próximos comicios. La situación es tan grave que, por primera vez, se admite públicamente el riesgo de que en estos estados no se puedan establecer centros de votación.
La inseguridad en estos territorios no es un secreto. REFORMA ya había reportado el 14 de enero la difícil situación de 74 distritos, de los cuales 20 presentan serias dificultades para la instalación de casillas, coincidiendo con este último informe del INE. En Chiapas, la violencia entre bandas desplaza a comunidades enteras, con cinco distritos específicamente señalados. El personal del INE, incluso con escolta policial, ha recibido recomendaciones de no entrar a ciertas áreas por los altos riesgos.
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Guerrero presenta un escenario igualmente desolador. Recientes masacres y ataques a funcionarios subrayan la volatilidad de la región. La violencia ha fragmentado comunidades, alejando a los ciudadanos de sus derechos electorales. En Michoacán y Oaxaca, la mezcla de inseguridad con conflictos agrarios y sociales complica aún más el panorama, con comunidades cerrándose a la participación electoral y a la presencia de candidatos.
Este escenario no sólo evidencia la incapacidad del gobierno para garantizar la seguridad y el libre ejercicio de los derechos políticos de sus ciudadanos, sino que también pone de manifiesto la urgente necesidad de una estrategia integral que aborde las raíces de la violencia y la desigualdad. La democracia en México enfrenta uno de sus mayores desafíos, y el tiempo para actuar es ahora.
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El gobierno debe responder con medidas efectivas para asegurar que todos los mexicanos puedan votar sin miedo. La integridad de las elecciones está en juego, y con ella, la confianza en el sistema democrático del país. La situación demanda un análisis profundo y acciones concretas; de lo contrario, el riesgo de erosión democrática crecerá, minando los fundamentos de la sociedad mexicana.
INE
