Checo

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José Antonio Cortés

ESPN Digital

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La joya de la corona de la Fórmula 1, el Gran Premio de Mónaco, es la cita más emblemática, sofisticada y apreciada por los pilotos, equipos y aficionados. Sergio “Checo” Pérez la ganó en 2022, pero ¿puede repetir en 2023 el triunfo en las calles del Principado?

Bueno, Checo Pérez puede, sí, ganar por segunda vez el GP de Mónaco, pero no es que sea necesariamente el favorito, pero al mismo tiempo, existen factores a favor y en contra del mexicano, aunque, definitivamente, llega en 2023 en la mejor posición posible para conseguirlo, al menos en lo que lleva de trayectoria en la Fórmula 1.

A Checo Pérez lo precede su reciente reputación de ‘Rey de los Circuitos Callejeros’, apodo nada gratuito luego de que ha ganado en Yeddah, Bakú (dos veces) Singapur y en Montecarlo.

Pero la victoria de 2022 de Checo es la prueba más reciente de que en Mónaco puede pasar cualquier cosa, así como también, de que dentro de lo impredecible que puede ser una carrera ahí, hay tres realidades sólidas que determinan el resultado:

1- Calificar en la mejor posición posible es más de 60 por ciento del resultado.

2- Rebasar es casi imposible.

3- La estrategia para definir el mejor momento para entrar a pits puede arruinar una carrera o significar un triunfo.

Calificar es lo más importante

El sábado es el día crítico en el GP de Mónaco, tener una buena o una mala calificación será, seguramente, la diferencia entre tener o no la posibilidad de ganar o de meterse en los puntos, según sea el caso y las posibilidades del piloto con el auto que conduzca.

En términos generales, el monoplaza de Red Bull, el RB19, diseñado por el irrefutablemente mejor ingeniero de la F1 actual, Adrian Newey es un auto muy superior al resto de sus similares en la parrilla, pero en calificación no ha sido tan dominante, a pesar de que Max Verstappen y Checo Pérez llevan dos pole positions por cabeza.

Es en los sábados donde Ferrari, sobre todo Charles Leclerc, los Mercedes y el Aston Martin de Fernando Alonso, pueden competir, de alguna manera, o por lo menos estar más cerca de los poderosos Toros Rojos.

No sería descabellado pensar en que Mónaco consiga acortar las distancias, al ser una pista cuyo promedio de velocidad no es mayor de 170 kilómetros por hora y donde las curvas lentas son la mayoría.

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Leclerc, monegasco que ‘muere’ por recibir una bandera a cuadros en el Principado y recibir el trofeo de Alberto, siempre ha sido rápido en calificación y ha acaparado la pole position en las dos últimas ediciones.

El problema de Leclerc es su propensión, los percances. Tres veces ha chocado en Mónaco, en 2018 y 2019 en carrera y en 2021 en calificación, donde provocó una bandera roja y se hizo de la pole position. Su penitencia vendría el domingo, cuando la caja de su auto feneció apenas iniciado el Gran Premio.

Verstappen, por su parte, nunca ha podido agenciarse la posición de cuerda en Mónaco, que es una de las tres joyas de la Corona del Automovilismo, junto a las 500 millas de Indianapolis y las 24 horas de Le Mans.

En 2021 iba con paso de ser el primero en la parrilla del domingo, pero el choque de Leclerc abortó el último intento del resto. Algo similar ocurrió en 2022, cuando Checo Pérez fue quien tocó la barda justo antes de entrar al túnel y frustró las ansias de pole de Max Verstappen y fue Leclerc el que se llevó el trofeo en forma de neumático a casa.

Ese incidente, a decir de la prensa de Países Bajos, provocó las suspicacias de la familia Verstappen y alguno que otro despistado creyó que el choque de Checo Pérez había sido a propósito. Nada más fuera de la realidad. Lo que realmente molestó a Verstappen fue que cuando el mexicano estaba en posición de ganar, el equipo, como era natural, enfocó su estrategia en concretar el triunfo.

Mónaco es una pista donde, como pocas, el manejo del piloto puede hacer la diferencia a una vuelta, así que las sorpresas pueden estar a la orden del día.

Imposible rebasar en Mónaco

Alguna vez, el tres veces campeón de la Fórmula 1, Nelson Piquet dijo que correr en Mónaco era como querer andar en bicicleta en la sala de tu casa, tal vez su comentario fue alimentado el hecho de que el brasileño nunca pudo ganar ahí, pero ayuda a entender la estrechez a la que se enfrentan los autos, cada vez más largos y grandes de la F1 en un circuito tan angosto y totalmente cubierto por barreras y muros.

Una sola zona de DRS en la recta no es suficiente aliciente para buscar pasar. Hay quienes, como Checo Pérez hizo una vez a Kimi Raikkonen traten un movimiento inesperado y casi suicida a la salida del túnel, pero eso casi nunca sucede.

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Carlos Sainz buscó pasar a Pérez durante 50 vueltas en 2022 y el tapatío se hacía tan ancho, a pesar de la desventaja en neumáticos, que el español tuvo que resignarse con el segundo puesto.

Ahí es donde se vuelve más importante la calificación y la comodidad de manejar entre paredes.

A Max Verstappen no le entusiasman este tipo de pistas, por el contrario, Checo Pérez se siente cómodo y se tiene confianza a milímetros de la contención. No es tanto que Pérez sea un especialista como que sí es para Max una debilidad correr en callejeros.

Checo Pérez lo dijo a ESPN antes del Gran Premio de Miami: «Es un mito que sea el Rey de los Callejeros».

Estrategia y stins largos

Los rebases en Mónaco suelen ser más comunes en torno a las paradas en pits, tanto en undercuts de pilotos que intentan sacar ventaja de una detención temprana como de los que, a la inversa, pretenden potenciar el alargar un stint, poner asfalto de por medio y conseguir el overcut.

En 2022, Checo Pérez aprovechó las malas decisiones de Ferrari en los fosos para ponerse adelante, pero había otro elemento, de hecho EL ELEMENTO, que entró en juego…

La lluvia lo cambia todo

La lluvia ha caído en Mónaco en célebres ocasiones, como cuando Ayrton Senna comenzó a escribir el mito de su carrera en 1984, cuando en la lluvia dio una masterclass en un Toleman y para Checo Pérez la de 2022 fue un maná de gloria.

Fue con la lluvia que los estrategas de Ferrari eligieron los peores momentos para ir de llantas para mojado a intermedias y luego slicks y el mexicano fraguó un undercut de libro de texto para dejar frustrados a los Ferrari.

En teoría, con las nuevas llantas Pirelli, la estela que deja un auto en una pista mojada debe ser menos alta y espesa y la visibilidad mucho mejor. En los años pasados, los GP’s con lluvia o superficie mojada fueron un problema, porque aunque había agarre decente para correr, los pilotos no tenías campo de visión suficiente.

Hoy, el pronóstico meteorológico es que hay un 40 % de probabilidades de lluvia en Montecarlo.

Veredicto

Checo Pérez puede repetir en Mónaco, pero debe calificar mejor que Verstappen, y que el resto, es el momento de una pole position y luego esperar que la estrategia sea la correcta en una carrera en seco de una parada, stints largos, pero si llueve, nadie tiene nadas seguro.

Origen: ¿Checo Pérez puede ganar otra vez el Gran Premio de Mónaco de la Fórmula 1?

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