Metropolitano
Redacción
LPO
La jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum Pardo, alista los últimos detalles para confirmar a la persona que la reemplazará a partir de este viernes, una vez que solicite su licencia definitiva para encargarse de su campaña presidencial, con su equipo político y negocia la lista de posibles nombres con el Palacio Nacional, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador se prepara para dar su visto bueno.
Según pudo saber esta redacción, son tres los nombres que están arriba de la mesa para ocupar la Jefatura de Gobierno de manera interina hasta el 2024. El primero es el del secretario de Gobierno, Martí Batres, a quien lo ampara la Constitución local que establece que en estos casos el cargo recae en su cartera. El segundo es el de la secretaria de Administración y Finanzas, Luz Elena González Escobar, quien sería la favorita de Sheinbaum; y el tercero es Carlos Ulloa, el encargado de la secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda.
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Hasta el momento, lo único que está confirmado es que el nombre se dará a conocer este miércoles, cuando Sheinbaum Pardo anuncie a la persona que la sucederá. La elección no es fácil. La jefa de Gobierno necesita que sea alguien capaz de mantener una buena gestión en la capital nacional con la suficiente capacidad como para terminar las obras más importantes de su gestión antes de 2024 y, a la vez, mantener las cuentas en orden. Esto la ayudaría a robustecer su campaña en la capital nacional de cara a las elecciones. La ecuación no es fácil porque a esto se le suma, además, el visto bueno de los diferentes sectores del gobierno. En este juego de cuentas y restas, las tres figuras mejor posicionadas cuentan con puntos a favor y en contra para ocupar dicho cargo.
En el caso de Batres, el secretario de Gobierno tiene a su favor la Constitución que sostiene que debería ser él en asumir ante el pedido de licencia de la persona a cargo del Poder Ejecutivo local. Sus problemas radican en la resistencia que encuentra en algunos funcionarios del gobierno local y del propio presidente, quien no lo vería con los mejores ojos. Además, todavía quiere ser candidato a jefe de Gobierno en las próximas elecciones, por lo que no podría asumir de manera previsional.
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Por su parte, González Escobar cuenta con el visto bueno de la propia jefa de Gobierno, pero no lo haría con el jefe de Estado, quien la observa con cierta resistencia. Este podría ser su principal escollo, ya que, según le contaron a esta redacción, ostenta un fuerte respaldo dentro del gabinete de la CDMX y con el completo apoyo de la propia Sheinbaum Pardo. Esto sería fruto de su trabajo con la economía de la capital nacional, la que logró controlar y mantener en orden durante estos años de gestión del partido guinda.
Por último, un nombre que ganó poder durante las últimas horas es el de Carlos Ulloa, uno de los consejeros políticos más cercanos e influyentes de Sheinbaum Pardo, quien confía en él a la hora de desarrollar las políticas y objetivos de su gestión. Sus problemas son dos. El primero, que la corcholata presidencial perdería a uno de sus máximos confidentes durante su campaña para ganar la interna oficialista; y, el segundo, que él aspira a ser alcalde de Tlalpan en las elecciones del año que viene.
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A más de 24 horas del anuncio de licencia que solicitará la jefa de Gobierno, el nombre que quedará al frente de la ciudad más importante del país no está confirmado y se definirá en las próximas horas, cuando se lleven a cabo las últimas reuniones y negociaciones para encaminar a la capital nacional hacia el 2024.
Sheinbaum
