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Nuestras Plumas

Rafael Martínez de la Borbolla

Sobre la Marcha. 

“La poesía es la folclórica tonada, es encanto y gracia en excelsa balada.“

Hermes Antonio Varillas

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La subvariante del regional mexicano, para sorpresa de muchos, saca músculo en las listas de referencia global y da pasos para consolidarse como uno de los géneros más escuchados, de la mano de músicos carismáticos como Natanael Cano y Peso Pluma.

Los corridos tumbados surgen de la unión de la cultura urbana que dominaba los catálogos con la música regional de tambora y corridos norteños. Este colorido musical nació envuelto en polémicas por las referencias a la violencia, pero a su vez ha mostrado una dinámica como la que llevó al reguetón a la cúspide actual. Los ritmos y las letras pegadizas han marcado su vitalidad en redes como Tiktok, la plataforma por excelencia de la generación Z. Su desarrollo también se ha visto acunado con el crecimiento de las plataformas de streaming y la reinvención de los ritmos tradicionales que marcan los nuevos artistas.

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Resultado de la violencia cotidiana que desafortunadamente se vive en México, los artistas interpretan conforme a su entorno y experiencia de vida; las letras generalmente tienen contenido explícito, pues tocan temas sexuales, de alcohol y drogas que imponen cierta postura en los jóvenes, quienes no dimensionan ni comprenden el alcance de dichas palabras o el sentido de la canción. Es un catalizador de una problemática en América Latina, como el narcotráfico, y le da una resolución pop con una vertiente: para gustos, colores, el mundo adora y baila “Ella Baila Sola”, enmarándonos con la tambora hip hop en modo instrumental llegando a lo virtuoso, un ritmo que te invita al baile, con un tono latino entre alegre, cautivador y melancólico, causando algarabía y orgullo en todos los que vivimos abajo del Río Bravo. 

La música no es culpable, pero tampoco es inocente porque los corridos tumbados son tan peligrosos como las historias de princesas; construyen una narrativa donde saber cantar o al menos tener buena voz para interpretar es lo de menos; incluso haciendo de la resonancia nasal un estilo para romantizar la violencia, alabar la riqueza grotesca y confundir sexo con amor. Lo anterior genera en los adolescentes una perspectiva errónea sobre la realidad que luego les costará trabajo revertir. Al final la música que escuchamos es parte de nuestra identidad, cultura y vida. Reconozco la emoción que causa el triunfo de nuestros compatriotas en el extranjero, pero también que existen otros géneros que por su calidad deben lograr el mismo éxito. 

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La balada, la trova, los blues… No han muerto. El gusto por las canciones nostálgicas o románticas, con armonías vocales, letras profundas y consonancia musical, permanecen vigentes; con estructuras musicales estudiadas que no surgieron por generación espontánea, sino por arduos años de estudio y preparación que evoca al oyente emociones y recuerdos. El talento depende de la inspiración, pero el esfuerzo depende de cada uno.

Tal es el caso de Sæth, un joven guitarrista y compositor originario de la Ciudad de México. Inspirado en artistas como John Mayer, Jorge Drexler y Ben Howard, Sæth propone un estilo único que incorpora elementos del jazz, pop y folk, combinados con sintetizadores. Su principal objetivo como artista es transmitir emociones reales; fragmentos de su experiencia, vueltas canciones, que puedan acompañar a sus oyentes conforme experimenten todos los matices de la vida.

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“Más allá de la técnica y la perfección, – comenta Sæth  me fui dando cuenta que la música y la guitarra eran algo más profundo. No solo era importante entender la mecánica de los movimientos de los dedos y las manos; la sonoridad de cada una de las 6 cuerdas te hacía vibrar y conectar con algo que no sabía que existía. Así, tanto el conocimiento, como la capacidad de expresión e introspección profunda fueron moldeando a la persona que hoy soy y sin duda jugaron un papel fundamental en mi formación integra como artista.“

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Se enorgullece de tener una fecha de lanzamiento para su EP, una compilación de canciones que conocerán los oídos del mundo el 27 de julio del 2023. Él y su equipo llevan trabajando más de dos años en su proyecto. Sin duda este lanzamiento será un pilar más en aquello que busca transmitir como artista y mostrará la visión que tiene del arte sonoro, la lírica, las historias y los sentimientos.

Así, la música como manifestación artística y cultural crea y recrea valores o antivalores, identidades, ideologías y, sobre todo, sentimientos y emociones. Se trata de una forma de observar y expresar el mundo en el que se vive. Es parte del aprendizaje social, producción y reproducción cognitiva; además de creadora de climas emocionales; un medio para compartir vivencias y experiencias; unifica, libera y divierte; expresa siempre, colaborando en la construcción identitaria de cada generación.

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El ser asiduo de un estilo musical provoca cambios de ánimo y puede ser una defensa contra el estrés o la depresión. Incluso, debido a que produce dopamina –hormona que combate el estrés–, restaura tejidos dañados, estimula neuronas y colabora, de cierta manera, en el control emocional.

Según Koelsch nada impacta tanto en el cerebro como la música, ya que afecta el movimiento, la memoria y las emociones, pues contribuye a cambiar el estado de ánimo. Resulta poderosa para activar las estructuras emocionales en el cerebro, como señala la neurociencia, además de modular la actividad cerebral emocional. También une a la gente, crea cohesión social (para lo que hay quien dice fue creada), atenúa conflictos y promueve la convivencia grupal, sin olvidar el disfrute y bienestar personal que genera o puede generar. La música nos identifica como personas, pues aunque cada quien a su manera y cada quien con su historia, la mayoría hemos vivido lo mismo.

En lo personal, le auguro mucho éxito a Sæth. Intuyo será un nombre en boca de todos en un futuro cercano y que estaremos tarareando sus letras. Para ser un artista exitoso en la música se requieren dos cosas: un sonido pegajoso y suerte. Pero al final la calidad y el sentimiento también es importante y Sæth los tiene de sobra. México impone su español para todo el mundo; una nueva generación de músicos de distintas regiones y estilos han llegado con fuerza para el Mundo.

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