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Redacción
Política Gurú
Durante su primera intervención en un debate presidencial, Xóchitl Gálvez se sintió fuera de lugar al no vestir su habitual huipil. En lugar de eso, optó por un traje sastre, lo cual la hizo sentir «fingida». La candidata presidencial, representante de PAN, PRI y PRD, expresó su incomodidad y prometió cambios significativos en su campaña.
En un evento virtual, donde se presentó el libro «Xingona» de Ivonne Melgar, Gálvez habló sobre los retos personales enfrentados, especialmente un incidente viral con su hijo. Afirmó que su autenticidad es vital, incluso si eso implica rechazar ciertas expectativas sobre su apariencia.
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Gálvez ha decidido que, en los días restantes de su campaña, hará las cosas a su manera. «Voy a mandar al carajo muchas cosas que no estoy dispuesta a aceptar», dijo, enfatizando que quiere ser aceptada por quien es realmente, más allá de su vestimenta.
La candidata también abordó los estereotipos y críticas por su físico, marcando un fuerte contraste con otras figuras políticas. Reiteró su compromiso con la sinceridad y la integridad, rechazando cualquier forma de cinismo en la política.
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Además, en una gira por Morelos, Gálvez criticó la gestión del ex gobernador Cuauhtémoc Blanco y la situación de inseguridad. Destacó la necesidad de cambio y apoyo local en el estado, al tiempo que denunció las tácticas de intimidación usadas por adversarios políticos.
Finalmente, ante su audiencia en Morelos, Gálvez reafirmó su apoyo a la lucha por la seguridad y la transparencia, prometiendo un futuro sin impunidad.
Fuente El Universal y Gpo. Reforma
Xóchitl
