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El Presidente aseguró que no hay contratos a recomendados en su gobierno. Considera que la investigación es parte de un intento de «golpeteo».

Andrés Manuel López Obrador encaró el escándalo que rodea a su hijo mayor, José Ramón López Beltrán , afirmando que dicha investigación que cuestiona su estilo de vida, lejos de la austeridad que promueve su padre, es parte del «golpeteo» contra su gobierno y asegurando que no hay influyentismo en su gobierno. 

«Decir primero que en este gobierno no tienen influencia mis hijos, no se les da contrato, ningún recomendado. En el asunto del matrimonio, pues ahí está complicado meterse. Ellos se casaron y al parecer la señora tiene dinero, pero no tiene nada que ver con el gobierno. Ni un contrato ni una recomendación, no somos iguales», dijo el mandatario federal durante su conferencia matutina de este lunes. 

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López Obrador abordó el tema, sin esperar cuestionamientos al respecto por parte de la prensa. Lo introdujo como parte de su discurso en contra de sus adversarios, a los que suele acusar de que su postura proviene del enojo de que «se han acabado sus privilegios». En esta ocasión, concretamente se refería  la condonación de impuestos. Argumentó que esta investigación, lanzada por Mexicanos contra la Corrupción, de Carlos X Gonález, y Latinus, forma parte de ese contexto.  

«Salió el escándalo el fin de semana de un hijo mío, ya grande, ya casado. Queriendo equiparar, como diciendo son iguales, es lo mismo, dónde está la austeridad», dijo sobre esta publicación,  que señala que José Ramón ha habitado con su esposa en dos residencias millonarias en Texas. Una de ellas, asegura el reportaje, es propiedad de un alto directivo de Baker Hughes, petrolera que tiene contratos vigentes con el gobierno mexicano; la otra está a nombre de su esposa, lo mismo que una camioneta Mercedes Benz de la que él hace uso.

«Ni un contrato, ni una recomendación. No somos iguales», insistió López Obrador, además de arremeter contra Carlos Loret de Mola, al que calificó de «mercenario». Continuó: «Hizo un escándalo, porque cree que todos somos iguales. Él está y sigue estando al servicio de la mafia del poder. Fue capaz de participar en un montaje», dijo refiriéndose al caso de la francesa Florence Cassez, que involucró a Genero García Luna.

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