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Si es cierto eso de que eres tan bueno como tu última carrera, entonces, Sergio “Checo” Pérez es un piloto con mucho ritmo, que viene de atrás, agresivo y que no está listo para que lo den por muerto en el asiento de Red Bull, y mucho menos en su travesía por la Fórmula 1.
El gran Premio de Hungría marcó justo la mitad de la campaña de la F1 2023. Once carreras que como ecuador del calendario se prestan para el análisis y, en el caso de Checo Pérez, para la contrición.
Ahí, en el corto, pero demandante circuito del Hungaroring donde nunca le había ido bien, Checo Pérez rebasó donde se supone que no es posible y subió a un podio inspirador a un GP del receso de verano que da el banderazo para las vacaciones de los equipos, luego del Gran Premio de Spa Francorchamps, en las Ardenas belgas.
Los números, alcahuetes de unos y verdugos de otros, nos dicen que el tapatío Checo Pérez ha ganado 2 de 11 competencias, ha firmado un par de pole positions, subido a seis podios y sumado 171 puntos para ser el sub líder del Campeonato de Pilotos que comanda su coequipero, que no compañero, Max Verstappen con 281.
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A los ojos de los pragmáticos, estos guarismos son los que valen, los matices, lo que se lee entre líneas y el análisis sale sobrando: Checo Pérez ocupa el lugar en la tabla que se «supone» debe tener, lo demás es lo de menos.
Pero también las estadísticas dicen que fueron seis carreras en las que no pudo entrar a la Q3 con el poderoso auto RB19, que cinco de ellas fueron consecutivas. Que en Mónaco cometió un error que le costó irse sin puntos; que en condiciones mixtas ha padecido para poner una vuelta rápida en calificación y que desde su foso tampoco han llegado las soluciones para los problemas de la Qualy.
Checo Pérez pasó de estar a seis puntos de Verstappen, de haberle respondido con dos victorias al mismo número conseguido por el neerlandés al inicio de la temporada, a ver con catalejos a Max a 110 unidades de margen, esto causado principalmente porque ha dejado de entregar resultados los sábados.
Así que los números o consienten o condenan. Por ello hay que dejarlos en lo que son, estadísticas que, a veces, cuentan solo una parte de la historia.
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La última carrera solo nos habla de la más reciente impresión que ha dejado en nuestra cabeza el trabajo del piloto mexicano, pero también marca un estado de ánimo, de entendimiento del auto y de precisión en la puesta a punto, algo que acaba con cualquier depresión en los resultados.
El primero que quisiera estar mucho más cerca de Max Verstappen es Checo Pérez. El primero que tiene plena consciencia de que su temporada podría haber sido mucho mejor es Checo Pérez, pero la confianza de un piloto se lesiona cuando otros factores como la pérdida de la puesta a punto facilita el sobre manejo y los errores.
José Antonio Cortés y el resumen de la carrera de Checo quien completó otra gran remontada tras largar desde el noveno puesto.
No creo que Checo haya pensado demasiado en el título y se olvidara de ir carrera a carrera. Simplemente, las primeras carreras del calendario se le dan más y cometió errores en las que se le dificultan.
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El alto grado de dificultad que tiene sé el coequipero de Max Verstappen muchas veces se deja de lado. El bicampeón de la F1 ha cosechado 281 de 302 puntos posibles, y solamente Checo Pérez ha podido arrebatarle algo.
Su mejor escenario sería recortar los 110 puntos a la mitad y tener asegurado el subcampeonato de pilotos, al menos un par de carreras antes del fin de temporada. De paso, ganar dos o tres carreras y subir a, por lo menos, nueve podios.
Su peor escenario sería volver a extraviarse en la puesta a punto con los ingenieros, perder la confianza, el segundo o a hasta el tercer lugar de la tabla y poner en riesgo su asiento.
Esos 110 puntos, un promedio de 10 por Gran Premio, son el reflejo de lo bien que ha manejado Verstappen y lo inconsistente que ha sido, dentro de sus puntos muy brillantes, Checo Pérez.
La distancia en cuanto a piloto a piloto es la que es. Max está un escalón arriba de todos. Aquel que crea que lo podría hacer mejor, tal vez debería preguntarle a Alex Albon, Pierre Gasly y sus psicoanalistas, las secuelas que deja competir con Verstappen en el mismo auto. Debe ser una experiencia devastadora.
En resumen, Checo Pérez ha cumplido los domingos y queda a deber los sábados, pero muchas veces cumplir no basta.
Fuente: ESPN
Checo
