Checo

Deportes

José Antonio Cortés

ESPN

La dentadura más grande y brillante de la Fórmula 1 volvió a lucir en todo su esplendor. Sergio ‘Checo’ Pérez está de vuelta en el podio de forma ‘intimidante’ (diría Carlos Sainz) y de paso, con ello, manda a sentar sus lugares a todos lo que se apuntaban para desbancarlo de su asiento en Red Bull, además lo hizo con una remontada que ya le debía a Christian Horner, quien no dejó de apoyarlo durante la mala racha de tres carreras lejos de la champaña.

Checo Pérez ejecutó con eficiencia y paciencia un regreso desde el lugar 15 para terminar tercero en el Gran Premio de Austria, un podio que le urgía y que llega como manantial para el mexicano, pero, al mismo tiempo, como balde de agua fría para los, no pocos, analistas y pilotos que ya sugerían candidatos o incluso se autopostulaban para ser coequiperos de Max Verstappen en Red Bull.

Y aunque algunos se iban con la finta de los gestos y análisis de Christian Horner ante los errores de Checo Pérez en las calificaciones de Mónaco, Barcelona, Montreal e incluso el de Austria, lo cierto es que el Team Principal de la escudería de Milton Keynes es «Team Checo» y lo ha respaldado siempre.

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Horner, también famoso por ser el esposo de la Spice Girl Geri Halliwell, es un tipo justo y que además no esconde nunca sus intenciones. Llamó la atención a Checo cuando quedó eliminado en la Q2 en el Red Bull Ring, pero no se cansó de dar tajantes respuestas ante los cuestionamientos de la prensa europea.

Llamó la atención particularmente cuando paró en seco al campeón de la F1 en 2016, Nico Rosberg, quien le señalaba el bajo desempeño del mexicano. Horner no lo dejó terminar y le contraatacó diciendo que ahora retirado era muy fácil ser tan duro con los pilotos.

El fin de semana de Austria, la presentadora británica, Naomi Schiff del canal de F1 le lanzó a Horner un comentario que sugería que tanto Nick de Vries como Checo Pérez estaban, potencialmente, fuera de AlphaTauri y Red Bull, respectivamente.

Horner, de nuevo, interrumpió el comentario-pregunta y negó categórico que Checo Pérez (no dijo nada de De Vries) estuviera a punto de perder su asiento.

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«Eso está fuera de proporción», espetó con el ceño fruncido.

Pues, ahora Checo Pérez respaldó las palabras de Horner y ahuyenta a los zopilotes que ya volaban en círculos sobre su cabeza.

El tapatío se reencontró con la puesta a punto de su monoplaza RB19, que parecía habérsele desbocado. El trabajo en la fábrica desde el lunes, cuando normalmente se inicia el martes previo a la carrera, rindió dividendos.

Todavía el viernes, sus ansias por estar muy cerca de Max Verstappen lo hicieron sobremanejar y tener una desastrosa calificación. Pero el ‘set up’ del carro estaba ahí, en punto de turrón, sólo tenía que llevarlo a buen puerto y así lo hizo en el Shootout y la Sprint… no se diga en la carrera.

La confianza regresó, pero tiene que alimentarla. Como siempre, como todo en la vida, pero más en los autos, eres tan bueno o tan malo como tu última carrera, a Checo Pérez le queda ser consistente, vivir de residente permanente en el podio y, muy importante para ello, construir sólidas calificaciones para no tener que recurrir a la épica cada domingo.

‘Intimidó’ a Carlos Sainz

El momento de la carrera también fue de Checo Pérez, al menos la batalla por posición más feroz y que fue, de paso, la situación más colorida del GP de Austria: el rebase al español de Ferrari Carlos Sainz.

En las últimas 12 vuelta del Gran Premio en Spielberg, Checo Pérez circulaba con tiempos muy fuertes detrás de Lando Norris y Carlos Sainz, sus obstáculos para subirse al podio.

Ya había sorteado a Ocon, Gasly, Albon, Russell, Hamilton, Alonso, incluso un par de veces y debía adelantar al inglés consentido de McLaren para luego atender a Sainz.

El primer paso fue sencillo, pero el madrileño no lo iba a poner fácil. Checo atacaba con el DRS al final de la recta principal, pero se tiraba al rebase en la curva 2.

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La buena defensa de Sainz le ayudaba a quedar muy cerca de Pérez justo en la nueva zona de detección de DRS y así frustraba al de Guadalajara.

El duelo fue durísimo, pero limpio dentro de lo que cabe. Checo Pérez señaló que Carlos cambiaba de línea sobre la frenada, fintaba que iría por fuera y cubría adentro.

Así, Checo debía fluctuar en la zona de la curva donde se iría a fondo.

Tras dos emocionantes intentos, en el tercero Checo Pérez ‘tocó el hombro’ de Sainz por afuera y se lanzó por dentro. La reacción previa al rebase por parte de Carlos, que le dio el podio a Checo provocó muchas reacciones.

«Los comisarios deben revisar esto… Me está intimidando demasiado», comentó Sainz a su equipo vía radio.

¿Qué acaso no se trata de correr duro, fuerte, pero limpio? ¿Eso es intimidar? ¿Cómo se ve un piloto que se queja por sentirse intimidado?

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Alguien le debe de avisar al Carlos Sainz que ser piloto de F1 no es un trabajo de oficina, sino una competencia feroz y leal.

A Checo Pérez, francamente le dio risa lo dicho por el español que nos ha regalado grandes frases en el radio como su entonación de la canción «Smooth Operator» de Sade o su «Stop inventing» dicho a Ferrari ante una mala estrategia. Pero ahora sí pasa al cuadro de honor de los memes de la F1 y mejor que aprenda a vivir con ello, porque lo perseguirá por siempre.

Mientras, Checo Pérez se gana, jocosamente, el mote de ‘Intimidador’, uno más a la lista que encabezan ‘Viejo Sabroso’, ‘Ministro de la Defensa’, ‘Ministro del Ataque’, etc.

Origen: Checo Pérez ‘El intimidador’ está de vuelta; por ahora, sus ‘sustitutos’ pueden bajar la mano

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