Elecciones
Redacción
Política Gurú
En la campaña no oficial, pero masiva, los aspirantes presidenciales de Morena derrochan recursos en una propaganda desenfrenada. Volantes, trípticos, playeras, banderolas y más, inundan calles, el Metro, autobuses y asambleas informativas, despilfarrando miles de pesos.
Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard son algunos de los candidatos que emplean volantes y trípticos de alta calidad, con múltiples imágenes e infografías, llegando a costar hasta 4,900 pesos por millar. Sin embargo, en otros lugares, se pueden conseguir por precios más bajos, entre 1,500 y 2,500 pesos.
A través de estrategias como el reparto de trípticos y el uso de redes sociales y códigos QR, los candidatos intentan estar «cerca de la gente». No obstante, especialistas señalan que esta práctica es evidentemente ilegal, ya que se adelanta al proceso electoral sin supervisión ni fiscalización.
Te puede interesar: RI 20230721
En cuanto a la efectividad de esta estrategia, los expertos consideran que, si bien puede ayudar a dar a conocer a los candidatos, la opacidad en el financiamiento y la falta de transparencia son preocupantes. Se cuestiona quién está financiando esta propaganda excesiva, lo que podría implicar delitos electorales si se utilizan recursos públicos.
El Instituto Nacional Electoral (INE) deberá asumir la responsabilidad de fiscalizar los gastos cuando llegue el tiempo de precampaña. Por ahora, la falta de regulación permite a los candidatos continuar con estas prácticas ilegales.
En Yucatán, se distribuye una publicación bimensual llamada «El Transformador» para promover la imagen y logros de Marcelo Ebrard, mientras que en Baja California Sur se intensifica el reparto de volantes y del periódico «A gusto» previo a la asamblea informativa de Adán Augusto López Hernández.
Síguenos en Twitter para mantenerte siempre informado
A pesar de la dudosa efectividad de esta estrategia, la propaganda desmedida continúa en el camino hacia las elecciones presidenciales de 2024, sin claridad en la procedencia de los recursos utilizados para estas campañas prematuras.
En resumen, el despilfarro de recursos en propaganda masiva e ilegal de los aspirantes presidenciales de Morena está en aumento. Aunque intentan acercarse a la gente con diversas estrategias, la falta de transparencia y fiscalización preocupa a los expertos políticos. El INE deberá tomar cartas en el asunto en el momento adecuado, mientras tanto, las campañas prematuras continúan sin control.
Con información del Universal
Propaganda
