Elecciones
Redacción
Política Gurú
En un movimiento que ha generado controversia, el equipo de campaña de Claudia Sheinbaum, candidata de Morena a la presidencia, se vio en la mira tras su notable ausencia en la 32 Reunión Plenaria Citibanamex. Con 11 días de preaviso, Ana María Lomelí, la voz de Sheinbaum hacia el sector empresarial, comunicó a Manuel Romo, cabeza de Citibanamex, que la candidata no asistiría por compromisos previos.
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Pese a enfatizar el compromiso continuo con el diálogo con empresarios a nivel nacional, la explicación no ha aplacado las críticas. Romo expresó su decepción por no haber sido notificados adecuadamente sobre la falta de Sheinbaum, un hecho que resuena negativamente entre los consejeros de la institución.
La justificación, publicada en redes sociales por Lomelí el 26 de febrero, indicaba que Sheinbaum estaría en campaña fuera de la Ciudad de México. Aunque se reafirma el valor del diálogo empresarial como prioridad, este incidente pone en tela de juicio la gestión y comunicación del equipo de Sheinbaum, especialmente en un contexto donde las relaciones con el sector empresarial son cruciales para el futuro económico del país.
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Este episodio revela no solo un fallo en la planificación y comunicación interna del equipo de Sheinbaum sino también una potencial desconexión con los sectores vitales para el desarrollo nacional. En este contexto, es fundamental que los líderes políticos mantengan un equilibrio entre las actividades de campaña y los compromisos con los actores económicos, asegurando así un diálogo constructivo que beneficie al conjunto de la sociedad.
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