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Mario Delgado, líder de Morena, atraviesa tiempos retadores. Mientras enfoca esfuerzos en las encuestas 4T de CDMX, surgen objeciones que ponen en duda su gestión.
El día de ayer, en las esferas de Marcelo Ebrard y Adán Augusto López Hernández, hubo murmullos. Se comentó que el equipo encargado de las encuestas de Morena, destinado a colaborar con firmas privadas, no apareció en tres estados clave.
Estas fallas logísticas se produjeron en Nuevo León, Jalisco y Querétaro. Los representantes de Morena no llegaron o lo hicieron tardíamente, atribuido a problemas de transporte.
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El foco se ha centrado en Monterrey. Tras aterrizar, los miembros de Morena enfrentaron inconvenientes con el transporte, que falló en llevarlos a su destino.
La situación pone a Delgado en el punto de mira. Aunque las encuestadoras estuvieron listas, el equipo de Morena no lo estuvo.
En el equipo de Ebrard, se han registrado ya dos de estos incidentes. Esto añade peso a las alegaciones del ex canciller contra el procedimiento en curso. Además, se rumora sobre un desvío de fondos para beneficiar a Claudia Sheinbaum.
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Por otro lado, Adán Augusto ve en esto una oportunidad. Según fuentes como LPO, él está considerando el liderazgo de Morena si no se postula como candidato presidencial.
Este escenario genera tensión en Morena y plantea preguntas sobre el liderazgo de Delgado en momentos cruciales para el partido.
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