Nacional
Redacción
Política Gurú
El Banco de Bienestar, anteriormente conocido como Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi), fue uno de los proyectos insignia al inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, después de cinco años desde su anuncio, el gobierno federal ha fallado en cumplir su promesa de concluir las sucursales proyectadas, enfrentando un rezago del 97% en la adquisición legal de los terrenos necesarios para su construcción.
A pesar de que la institución bancaria ha firmado múltiples convenios por más de 15 mil millones de pesos, no ha logrado finalizar ni la mitad de las sucursales previstas, dando como resultado un rezago del 31%. Actualmente, se esperaba la construcción de 2 mil 700 sucursales en todo el país, pero solo mil 873 se encuentran en funcionamiento, representando tan solo el 69% de la meta. Aunque, al 31 de diciembre de 2022, el banco y la Sedena han firmado 38 convenios de colaboración para la construcción y equipamiento de estas sucursales, por un monto total de 15 mil 299 millones de pesos, según información de la Secretaría de Hacienda.
El diputado Héctor Saúl Téllez Hernández, miembro de la Comisión de Hacienda, expresó su preocupación por el presupuesto destinado y el bajo rendimiento alcanzado. Señaló que esta cantidad de dinero gastada en expandir una banca poco funcional representa 15 veces el presupuesto del INAI y tres veces el gasto de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ambos órganos que han sido objeto de constantes ataques por parte del presidente López Obrador.
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El problema de la construcción inconclusa de sucursales no es el único obstáculo que enfrenta el Banco del Bienestar. Según una auditoría externa de Bargalló Cardoso y Asociados, la adquisición de predios para la construcción de sucursales también es un tema complejo. A la fecha, solo se ha podido asegurar la posesión legal de alrededor de 107 predios de los 2 mil 700 necesarios.
Además, se han reportado malos manejos y denuncias de robo hormiga en las sucursales del banco. Otro tema relevante es la interrupción del servicio de recepción de remesas desde el 28 de febrero, bajo el argumento de priorizar la dispersión de programas sociales y evitar duplicidad de funciones con la Financiera para el Bienestar. Esto afectará principalmente a los hogares en zonas rurales, ya que deberán gastar más en traslados para cobrar sus remesas.
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Ante el rezago del 31% en la construcción de sucursales, el legislador federal solicitará una comparecencia de las autoridades del Banco del Bienestar, Hacienda y la Sedena para dar cuentas y buscar soluciones. El incumplimiento en la expansión de sucursales es una problemática que exige pronta atención y transparencia en el manejo de recursos públicos.
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