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Pit Stop: Lo Último en la Fórmula 1
Alberto Castelazo Alcalá
@Castelazoa
La escudería Lotus es sinónimo de velocidad, pasión y éxito en el mundo de la Fórmula 1. Desde sus humildes inicios en 1952, esta legendaria marca ha dejado una huella imborrable en la historia del automovilismo. En este artículo, exploraremos el fascinante viaje de Lotus, sus icónicos pilotos, sus campeonatos y su inconfundible asociación con los cigarros John Player Special.
Fundada en 1952 por el ingeniero británico Colin Chapman, Lotus rápidamente se ganó un lugar en el corazón de los fanáticos de las carreras de Fórmula 1. Desde sus inicios, la escudería se destacó por su enfoque innovador en el diseño de automóviles y su determinación para desafiar los límites de la velocidad.
Uno de los momentos más destacados en la historia temprana de Lotus fue en la década de 1960, cuando el equipo presentó el revolucionario Lotus 25. Con su chasis monocasco ligero y su innovador motor V8, el Lotus 25 dejó una marca indeleble en el deporte. Bajo la conducción magistral del piloto británico Jim Clark, Lotus cosechó éxitos en serie, llevando a Clark a ganar el Campeonato de Pilotos en 1963 y 1965.
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La relación emblemática de Lotus con los cigarros John Player Special (JPS) comenzó en 1972 y se convirtió en una de las colaboraciones más icónicas en la historia de la Fórmula 1. Los colores negro y dorado distintivos de JPS se convirtieron en sinónimo de elegancia y éxito para Lotus. Estos colores se adoptaron en los coches de la escudería, creando una imagen visualmente impactante que dejó a todos cautivados.
La era de oro de Lotus llegó en la década de 1970 y principios de la de 1980. Con los pilotos legendarios como Emerson Fittipaldi y Mario Andretti al volante, Lotus dominó las pistas y se llevó a casa varios campeonatos. Fittipaldi se convirtió en el campeón más joven de la Fórmula 1 en ese momento cuando ganó el título en 1972. Mientras tanto, Andretti, el piloto italoamericano carismático, obtuvo el Campeonato de Pilotos en 1978.
Sin embargo, uno de los momentos más trágicos en la historia de Lotus ocurrió en 1978, cuando el talentoso piloto sueco Ronnie Peterson falleció después de un accidente en el Gran Premio de Italia. Peterson, un verdadero talento en las pistas, había sido parte integral del equipo Lotus y su pérdida dejó un vacío irreparable en el mundo de las carreras.
A pesar de este contratiempo, Lotus continuó cosechando éxitos en las décadas siguientes. En 1985, bajo la dirección de Ayrton Senna, otro piloto legendario, Lotus obtuvo un memorable triunfo en el Gran Premio de Portugal. Senna, que posteriormente se convirtió en uno de los pilotos más grandes de la Fórmula 1, dejó una marca indeleble en la historia de Lotus.
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Sin embargo, a medida que avanzaba la década de 1990, Lotus comenzó a enfrentar dificultades financieras y se vio obligada a vender su equipo a una nueva entidad. Aunque la escudería ya no lleva el nombre de Lotus, el legado de la marca y su inconfundible estética negro y dorada siguen siendo recordados con cariño por los fanáticos.
La escudería Lotus ha dejado una marca imborrable en la historia de la Fórmula 1. Su enfoque innovador en el diseño de automóviles, su asociación emblemática con los cigarros John Player Special y sus legendarios pilotos han contribuido a su estatus icónico en el deporte del automovilismo. Aunque la escudería ha pasado por altibajos a lo largo de los años, su legado perdura y continúa inspirando a las generaciones futuras de pilotos y fanáticos de la Fórmula 1. Lotus siempre será recordada como una leyenda de la pista impregnada de oro y negro.
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