Claro y Conciso
Alberto Castelazo Alcalá
@Castelazoa
En el plazo inmediato de reformas que el Presidente pretende le sean aprobadas por el Poder Legislativo, no se encontraba la relacionada con el tema electoral, que, entre otras cosas, plantea cambios en el Tribunal Electoral Federal y la transformación del Instituto Nacional Electoral para que sus consejeros sean elegidos por el voto de los ciudadanos.
Las prioridades del Presidente eran la mal llamada reforma energética y la de la integración de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.
Sin embargo, nos comentan que el fallo del Tribunal Electoral que declaró inaplicable el llamado “decretazo”, que permitía que los funcionarios públicos pudieran promocionar la consulta de revocación de mandato que se celebrará el 10 de abril, motivó un gran enojo del Presidente quien de inmediato anunció que la iniciativa de reforma electoral sería presentada, y comenzó a adelantar algunos de los elementos que la conformarán.
Dejando ver así su verdadero yo, El autocrata. Su odio desmedido al organo autónomo el cual reconocio su triunfo. Su desprecio a las instituciones que tanto tiempo nos han costado obtener. No son perfectas pero si perfectibles y necesarias.
Como lo ha dicho en la mayoría de las conferencias que a dado Enrique de la Madrid, la democracia esta llena de contrapesos para que no existan los abusos, abusos que hemos visto en este gobierno.
Por otro capricho absurdo del presidente quiere destruir al INE y al Tribunal Electoral, y así estar perpetuado en el poder.
Al igual que las otras dos reformas, la energética y la de la Guardia Nacional, esta iniciativa requiere, para poder convertirse en ley, del voto de una mayoría en el Congreso, que hoy el partido y del Presidente y sus aliados no tienen. Así, nos hacen ver, hay enojo, pero no mayoría.
