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Durante la batalla campal registrada el sábado en el estadio de futbol Corregidora, en Querétaro, autoridades estatales, municipales y cuerpos de seguridad se quedaron pasmados.
Un día después, tampoco tenían detenidos pese a que las fotografías, e incluso nombres de algunos de los agresores, abundaron en redes sociales apenas unos minutos después de los ataques que con puños, pies, rodillas, palos y hasta butacas que lanzaron sujetos con playeras del Querétaro contra aficionados del Atlas, que jugó como equipo visitante.
Las policías estatal y municipal no intervinieron pese a que los elementos de seguridad asignados al estadio se mostraron pasivos y rebasados, además de que, en algunos casos, incluso le abrieron las rejas de alambre de púas a los «barristas» locales para que pudieran llegar a donde estaban los visitantes.
La Policía Estatal incluso presumió el sábado fotografías de revisiones y operativos realizados en la periferia y al interior del estadio.
«Con la presencia permanente de nuestros elementos se desarrolla el primer tiempo en un clima de tranquilidad y con buen ambiente en tribunas», publicó en Twitter, aunque en las imágenes no se registró ni un sólo policía entre los aficionados.
La Secretaria de Gobierno de Querétaro, Guadalupe Murguía, rechazó ayer hablar sobre posibles criminales infiltrados en la pelea campal y sólo aseguró que se revisaría la actuación de funcionarios y el contrato de comodato del inmueble con el Club Querétaro.
«No es el momento ahora de llevar a cabo especulaciones. Si hay información al respecto (de infiltrados) en todo esto sería muy valioso que se proporcionara a la Fiscalía con el propósito de integrar la investigación correspondiente», indicó.
Gabriel Solares, dueño de Gallos Blancos, dijo que el operativo quedó rebasado porque sólo disponían de 350 elementos de seguridad privada, 100 estatales y 150 municipales para un evento multitudinario y considerado de alta peligrosidad.
Hasta ayer, la autoridad sólo reportó la suspensión de cuatro policías y un mando de Protección Civil.
Se trata de Leonardo Flores, director de Operación Policial; Isaac Pérez Infante, encargado de la Unidad de Campo; Agustín Martínez, policía, Carlos Mendoza, coordinador de Eventos y comisionado para el partido de Gallos Blancos contra Atlas, y Carlos Alberto Toscano Mendoza, titular del Área de Gestión de Riesgos.
Además, se determinó cancelar los contratos de seguridad que tenía la empresa G.E.S.K9 con el Club Querétaro, así como otros cinco contratos que tenía en la entidad para diversos eventos.
La Fiscalía estatal aseguró que las evidencias gráficas serán tomadas en cuenta en la carpeta de investigación que se abrió por los delitos de homicidio en grado de tentativa, violencia en espectáculos deportivos, apología del delito, asociación delictuosa y delitos cometidos por servidores públicos.
De entre los lesionados, se informó que 26 personas fueron hospitalizadas, de las cuales 7 ya fueron dadas de alta y 3 están graves de salud.
Origen: Abundan evidencias… y no hay detenidos