Nacional
Redacción
Política Gurú
Desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador asumió el cargo, se ha registrado un notable incremento en el robo de gas LP. Por ejemplo, en 2019, se contabilizaron más de mil tomas clandestinas para extraer ilegalmente este hidrocarburo.
Antes de esta administración, la cifra más alta fue durante el cierre del gobierno de Enrique Peña Nieto en 2018, con 222 tomas clandestinas. López Obrador ha reconocido que este delito ha aumentado debido a los esfuerzos para combatir el robo de gasolinas.
Según datos proporcionados por la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas (Amexgas), en 2022 se alcanzó un nuevo récord de 2,503 tomas clandestinas de gas LP.
Para este 2023, las cifras apuntan a un nuevo máximo, ya que en el primer trimestre del año se han reportado 1,094 tomas clandestinas, un 73.37% más que en el mismo período de 2022.
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De estas 1,094 tomas clandestinas del primer trimestre de 2023, un 54% se concentra en Veracruz, seguido de Puebla (18%), Tlaxcala (12%), Estado de México (12%), Oaxaca (2%), Guanajuato (1%) y el resto (1%).
Desde 2019 hasta el primer trimestre de 2023, se han contabilizado un total de 9,395 tomas clandestinas para el robo de gas LP, mientras que durante todo el sexenio de Peña Nieto se registraron 744 perforaciones ilegales.
Amexgas estima que el robo de gas LP alcanza las 60 mil toneladas mensuales, lo que impacta a las finanzas de Petróleos Mexicanos (Pemex) con 15 mil millones de pesos al año.
Además de las tomas clandestinas, existen problemas adicionales como autotanques de gas LP robados o clonados, operando fuera del registro de la Comisión Reguladora de Energía (CRE). También se encuentran estaciones de carburación y expendios clandestinos, representando un riesgo de accidentes y explosiones debido al incumplimiento de normas de seguridad.
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Se han descubierto predios ilegales donde el gas se trasvasa de pipas grandes a otras más pequeñas, pertenecientes a personas físicas que clonan las marcas de empresas formales para realizar ventas ilícitas.
El robo de gas LP no solo afecta la economía de Pemex, sino que también pone en peligro a la población, reduce la recaudación de impuestos y distorsiona el mercado, generando pérdida de empleos e inversiones.
Frente a esta problemática, los empresarios instan a la implementación de medidas de seguridad con distintos operativos y a establecer un mecanismo de denuncia anónima para combatir el robo de gas LP de manera efectiva.
Con Información de Forbes México
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