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La crisis en el entorno más estrecho de AMLO está en una permanente ebullición. Tras meses de una disputa silenciosa, con detalles que se iban conociendo off the record, ahora las denuncias cruzadas ya tomaron estado público. Julio Scherer publicó en las últimas horas una carta donde se declara víctima de una confabulación de Olga Sánchez Cordero y Alejandro Gertz Manero.
Desde hace varias semanas, Scherer se había contactado con Adán Augusto para avisar que no aguantaría más los ataques del Fiscal porque estaban «mancillando» su apellido. Pero la respuesta desde Segob fue un pedido de «mesura» y «tranquilidad».
Según se pudo saber, la gota que rebalsó el vaso fueron las entrevistas que brindó el Fiscal la semana pasada, en una suerte de campaña mediática envalentonado por el apoyo público del Presidente desde las mañaneras. Allí, Gertz sugirió que seguiría investigando al ex consejero jurídico de AMLO.
Scherer decidió publicar entonces una carta para fijar su posición, aunque aguardó primero la resolución de la Suprema Corte, que dejó en una situación de vulnerabilidad a Gertz. Los ministros expresaron con dureza que todo el proceso alrededor de la detención de Alejandra Cuevas -sobrina política de Gertz- estuvo plagado de errores y hasta manipulaciones.
En su carta, Scherer asegura que todo inició con un carpeta que armó Olga Sánchez Cordero al dejar la Segob. Allí empezó lo que describe como una «confabulación» y una «extorsión». Según sus palabras, AMLO le dijo que esté tranquilo porque «eran puros chismes».
La explicación que brinda Scherer sobre su confrontación con Sánchez Cordero es que AMLO le quitó casi todas las atribuciones a la Segob. Primero sacó Seguridad de su órbita, al crear una Secretaría. Y también le quitó el vínculo con el Poder Judicial, que quedó a cargo del propio Scherer. Eso causó -según su versión- la furia de Olga
«La ministra en retiro no se permitió sobreponerse al desengaño y desde entonces emprendió una investigación sobre mi persona y mis actividades profesionales», afirma Scherer.
Sobre su relación con Gertz, Scherer admite que antes eran cercanos y qué él fue quien lo ayudó a llegar a la Fiscalía. «A finales del último septiembre un reportaje de Proceso despertó en el fiscal una ira que hasta entonces desconocía y la descargó contra mi persona. Publicado con el título «La casa secreta de Gertz Manero», me atribuyó haber facilitado información para la elaboración del texto», asegura el ex consejero jurídico.
Luego relata un episodio ya ventilado por Raymundo Riva Palacio: en una reunión para aclarar estas acusaciones, Gertz terminó a los gritos amenazándolo por no colaborar con su persecución contra Alejandra Cuevas.
«Vehemente, agregó a su lista de reproches que ‘sólo un favor’ me había pedido y que yo se lo había negado: impedir que su cuñada Laura Morán y la hija de esta, Alejandra Cuevas Morán, obtuvieran un amparo por la acusación del homicidio de su hermano, de lo que él las acusa. Lo pidió el fiscal, sí, a sabiendas de que era un acto ilegal», escribió.
Y concluyó: «Colérico como es, desencajado el rostro, conforme avanzaba en los reclamos por sus asuntos personales le temblaban los labios, le temblaban las manos, le temblaba la voz. Al final de esa reunión, terminó desafiante: ‘Usted podía haber elegido entre un fiscal amigo o un fiscal enemigo'».