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Redacción
Política Gurú
En Ecatepec de Morelos, el corazón del Estado de México, Xóchitl Gálvez lanzó una promesa audaz. Frente a la crítica situación de inseguridad, afirmó que su gobierno no dará tregua al crimen organizado. «Atacaremos a las bandas con fuerza estatal,» aseguró la aspirante a la presidencia.
Al dialogar con ciudadanos y transportistas, afectados por la delincuencia, Gálvez criticó la falta de preparación policial actual. Propuso la creación de una Universidad Nacional para la Seguridad, prometiendo formación de calidad y un aumento significativo en el número de efectivos en zonas críticas.
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Prometió, además, una mejora sustancial en las condiciones laborales de los policías. «Ganarán, como mínimo, veinte mil pesos mensuales,» detalló, señalando que esto representaría una inversión anual de ciento veintinueve mil millones de pesos, provenientes del presupuesto federal.
La candidata fue enfática al comparar el desperdicio de recursos en proyectos infructuosos con la necesidad de invertir en la seguridad ciudadana. Propuso, también, la construcción de una megacárcel de alta seguridad, criticando las condiciones actuales de las prisiones y el manejo laxo de los criminales.
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Gálvez no dejó de lado la importancia de respetar los derechos humanos, aunque cuestionó el enfoque actual en los delincuentes, olvidando a las víctimas. Destacó la necesidad de un gran pacto nacional para llevar a cabo su plan de seguridad, implicando un esfuerzo conjunto entre diferentes niveles de gobierno y el Congreso.
No escatimó en críticas hacia la administración actual y sus competidores, acusando a la gestión de Claudia Sheinbaum de ocultar cifras reales de delitos para simular una mejora en la seguridad que no existe. «La Ciudad de México se ha convertido en tierra de impunidad,» concluyó Gálvez, prometiendo un cambio radical.
Xóchitl
