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Redacción

Política Gurú

A solo un mes de cierto revuelo, el caso ‘Red Bull Horner’ ha crecido. Ahora, involucra más sucesos, formando un complejo panorama. Este asunto ha llevado a que el director de Red Bull Racing deba explicarse por actitudes cuestionables hacia una empleada, aunque ya fue absuelto.

Internamente, el grupo austriaco ha debatido este tema intensamente. Mientras tanto, abogados de Red Bull, Horner, y la empleada buscaban soluciones, surgió quien vio en esto una chance para alcanzar metas ocultas, añadiendo más leña al fuego.

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El asunto Horner se ha convertido en instrumental para otros objetivos, una oportunidad para concretar deseos que humeaban bajo las cenizas. La última salida sobre el asunto ha sido la de Jos Verstappen, aprovechada por el diario Daily Mail, al que el ex piloto declaró que veía al equipo en riesgo de explosión si Horner seguía en su puesto. El padre del campeón del mundo se posicionó claramente sobre el caso, oponiéndose a la figura del actual director del equipo con un mensaje que puede interpretarse como un aut aut aut. Jos Verstappen ha lanzado una bomba mediática. Según el Daily Mail, sugiere que Red Bull podría «explotar» si Horner no se va. Así, el padre del campeón muestra su descontento, planteando un ultimátum.

Los rumores indican que Jos ha hablado con Toto Wolff, anticipando un posible cambio a Mercedes. Hay dos teorías sobre esto. Una es que Max duda del futuro motor de Red Bull para 2026/28, considerando unirse a Mercedes. Esto sería un gran movimiento para Wolff, quitándole a Red Bull uno de sus mejores activos.

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Sin embargo, también hay quien sostiene que todo es una gran farsa. La perspectiva del fichaje de Verstappen por Mercedes es una fuente más de presión para el grupo Red Bull, ya de por sí sumido en los notorios acontecimientos en curso, y un lastre más para la todavía precaria situación de Horner. En apoyo de esta hipótesis está la forma en que Horner y Wolff hablaron entre ellos en el paddock de Sakhir (delante de las cámaras) o la cena en el restaurante del hotel Four Seasons de Manama (donde se alojaban muchos de los altos directivos de los equipos) donde no rehuyeron la posibilidad de ser vistos por miradas indiscretas, lo que puntualmente ocurrió. Otros creen que es una estratagema para presionar a Red Bull. La visibilidad de Horner y Wolff, hablando abiertamente, podría ser una táctica. ¿El objetivo de Mercedes? Desestabilizar a Horner y, por ende, a Red Bull en un momento crítico.

Este «juego» podría beneficiar a Mercedes, empujando a Horner en tiempos difíciles. El pasado aún pesa y no se debe ignorar el impacto del escándalo de Susie Wolff en diciembre. Zak Brown y Wolff han pedido claridad sobre este asunto, resaltando el daño a la imagen de la F1. La situación es más que un simple drama; es un juego político donde la moralidad se usa para fines estratégicos.

Fuente Motorsport

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