Nacional
Redacción
Política Gurú
El Instituto Nacional Electoral (INE) ha decidido, en una jugada cuestionable, que Denise Maerker y Manuel López San Martín moderen el próximo debate presidencial. Esta elección, tomada unánimemente por la Comisión de Debates, espera confirmación del Consejo General. No obstante, surge la interrogante: ¿Por qué ellos?
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El debate, programado para el 7 de abril a las 8:00 PM, enfrentará a candidatos de diverso espectro político. El uso de redes sociales para las preguntas marca un intento de modernización. Sin embargo, el verdadero foco debería estar en la imparcialidad y la equidad en la moderación, cualidades sobre las que el INE parece hacer oídos sordos.
Mientras tanto, las propuestas de moderadores por parte de las coaliciones revelan una marcada diversidad, ignorada parcialmente por el INE. ¿Acaso no merecen atención nombres como Carmen Aristegui o Azucena Uresti, conocidas por su crítica al poder?
Este primer debate es solo el inicio. Con dos más en el horizonte, el INE tiene la responsabilidad de garantizar un proceso justo. La elección de moderadores no debe ser un juego de favores políticos. La ciudadanía merece transparencia, un criterio que el INE debe recordar.
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La crítica hacia el gobierno y sus instituciones no es solo necesaria, es vital en una democracia. El INE, al parecer, opta por la comodidad sobre la transparencia. Esto nos deja preguntándonos: ¿Quién modera a los moderadores?
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